Políticas

9/9/2025

Todo sobre las elecciones

Editorial de Gabriel Solano en 14 Toneladas T2E32.

Derrota de La Libertad Avanza.

El gobierno ayer sufrió una derrota inapelable, mucho más fuerte que la que se venía pronosticando y que la que el propio Milei y funcionarios más cercanos al presidente habían admitido como posibilidad en las jornadas previas e incluso mucho más fuerte que la que muchos bancos internacionales, empezando por el principal banco del mundo -el JP Morgan- que había hecho una especie de cuadro de qué derrotas podría haber y qué efecto económico iban a tener. Pero en ningún caso, en ningún caso, en lo que ya tenían un pronóstico pesimista en relación al gobierno, conjeturaron que la derrota iba a ser por casi 14 puntos. Es una derrota que, insisto, supera todos los pronósticos previos más pesimistas sobre la posibilidades electorales del gobierno, nadie pensaba que iba a ser sobre 14 puntos y que el gobierno iba a ser derrotado en la inmensa mayoría de los municipios de la provincia de Buenos Aires.

Por ejemplo, en la tercera sesión electoral perdió absolutamente en todos, por diferencias muy apreciables; y en la primera sesión electoral, que se suponía en la previa era una sección que debería ganar el gobierno, también perdió y perdió casi la totalidad de los municipios, salvo tres; e incluso un dato nuevo de la situación fue una pérdida del gobierno en la mayoría de los municipios del interior de la provincia de Buenos Aires, donde en general hay una gran representación de los intereses del capital agrario que en las últimas elecciones votaron en contra de los gobiernos peronistas o de la fuerza del peronismo, y en este caso votaron en contra del gobierno de Milei.

Es una derrota que cuando uno ve el alcance que tiene la diferencia que logró el peronismo sobre el gobierno de Milei da cuenta del nivel de repudio que el gobierno está teniendo en la población. Ya no es una caravana en Lomas de Zamora, que una persona le tire un piedrazo; ya no es un acto en Moreno que debe hacerse rodeado por la policía y custodiado por barrabravas para que el pueblo no le haga llegar el merecido repudio al presidente de la Nación; sino que ahora es algo ya inapelable, porque la elección da un resultado objetivo y nadie puede decir que es una manipulación de un pequeño grupo, es el pueblo de la provincia de Buenos Aires, que representa casi el 40% del padrón nacional, el que se expresó en esta elección y el gobierno salió fuertemente derrotado.

El gobierno sacó el 33% de los votos en esta elección. Cuando uno suma el resultado que tuvo en la elección de octubre del año 2023, la presidencial, -Javier Milei por un lado, y Patricia Bullrich por el otro- va a mostrar que llegaban casi el 50% de los votos en la provincia de Buenos Aires y ahora pasaron al 33, es decir que perdieron casi 17 puntos en el transcurso de dos años. Vale hacer esa suma, porque en esta elección el PRO hizo un acuerdo con La Libertad Avanza y, si bien la palabra PRO no figuraba en la boleta, los candidatos del PRO estaban dentro de la lista de La Libertad Avanza y el PRO no se presentó con una lista independiente. Por lo tanto, han perdido 17 puntos en el transcurso solamente de dos años.

Una derrota, insisto, muy, pero muy fuerte. Llevado al hecho de que aparte perdieron de las ocho secciones electorales (porque algunos decían "bueno, capaz que el peronismo gana por la fuerza que tiene la tercera sección electoral, pero cuando se haga el recuento de la distribución de diputados provinciales y senadores provinciales va a dar que Milei tiene una mayoría porque se impone en la mayoría de las secciones del interior", eso tampoco sucedió) de las ocho secciones perdió en seis, solamente ganó en la 4ª y la 5ª. En la 5ª, que es toda la zona, digamos, lindante con Mar del Plata, ganó Milei, pero ganó por una diferencia muchísimo menor que la que había ganado en el pasado. Por lo tanto, es un triunfo que está lejos de ser un verdadero reconocimiento, porque pasaron creo que de casi 18 puntos de diferencia a solamente 5 de diferencia. Entonces la totalidad de resultado demuestran, insisto, un derrumbe del gobierno en la consideración popular, no solamente en el conurbano bonaerense, sino incluso en el interior de la provincia de Buenos Aires, donde, vuelvo a repetir porque es un dato muy importante, están asentados intereses muy importantes del capital agrario y la derrota del gobierno fue muy fuerte.

Ahora si ya se sabía de antemano que una derrota importante iba a generar una conmoción económica, bueno, lo que estamos viendo en el día de hoy da cuenta de un verdadero derrumbe de toda la política económica de gobierno que ya hay obviamente antecedentes, no es algo producido esto por el resultado electoral; en realidad, el resultado electoral es el resultado de la crisis económica del gobierno, pero un mal resultado electoral, obviamente, profundiza esa crisis económica. Hoy tenemos que el riesgo país ya supera los mil puntos, está más o menos en 1.100 puntos, ya en un momento determinado de riesgo país no importa cuánto sea, porque lo que queda claro hoy es que Argentina no tiene acceso a los mercados internacionales y estamos volviendo a niveles de riesgo país que son enormes, de los más altos que tuvo el gobierno de Javier Milei desde que asumió, y tengamos en cuenta que el rescate del FMI ya se hizo, esto fue en el mes de abril y ese rescate del FMI duró muy poco porque estamos ahora en septiembre y el riesgo país vuelve a niveles que son realmente exorbitantes, muy, pero muy superiores a los de cualquier país de la región, muy pero muy superiores: tres o cuatro veces más alto.

El dólar está en lo que se dice el techo de la banda; ¿qué es el techo de la banda? Es el acuerdo que hizo el gobierno con el Fondo Monetario, que ponía dos bandas, una por abajo, una por arriba, y que el gobierno, o mejor dicho el Banco Central, iba a intervenir con los dólares que le daba el Fondo Monetario para vender en el caso que toque el techo de la banda y para comprar en el caso que toque el piso de la banda; bueno, lo cierto es que hoy ya está en 1.450, 1.480, está en el techo de la banda y el problema que tiene el gobierno es qué hace frente a eso, porque el potencial de devaluación que existe es realmente explosivo.

En los últimos días, uno va a ver la semana que pasó, hubo un anuncio importante en materia económica que es que el gobierno anunciaba que iba a intervenir en el medio de la banda, pero para no alterar formalmente el acuerdo con el Fondo Monetario quien intervenía no era el Banco Central, sino que era el Tesoro. Parece una diferencia menor pero tiene importancia: el Banco Central supuestamente es independiente del Tesoro del gobierno, y el gobierno a través de ese Tesoro compró dólares. Había comprado aproximadamente unos 1.700 millones de dólares que los tenía en el Banco Central, pero pertenecían al Tesoro, de esos 1.700 millones de dólares la semana pasada, el Tesoro vendió 500, y esos 500 que vendió no sirvieron para nada; ¿y por qué no sirvieron para nada? porque el dólar no retrocedió. Le quedan ahora aproximadamente unos 1.100 millones de dólares al Tesoro para poder intervenir entre bandas, bueno, 1.100 millones de dólares no es absolutamente nada. Uno lo piensa en la escala de una persona y es un dinero inconmensurable, a la escala de la economía argentina es un dinero que no representa una verdadera capacidad de intervención del gobierno en el mercado de ninguna manera. Eso se puede agotar si pasa lo mismo que la semana pasada en dos semanas y faltan seis semanas para las elecciones de octubre, pero como lo más probable es que el ritmo de compra no sea el de la semana pasada, sino que sea mucho más alto, es posible que estos 1.100 millones se puedan acabar en dos o tres días.

Por lo tanto, acá aparece el problema de si interviene el Banco Central con la plata que dio el Fondo Monetario, que son aproximadamente unos 14 mil millones de dólares; también suena mucho, pero la escala del potencial devaluatorio argentino tampoco es suficiente. Si uno toma solamente como dato, la cantidad de plazos fijos en pesos que vencen de acá a la elección de octubre y esos pesos uno los convierte al dólar, al tipo de cambio actual, da que representan aproximadamente 30 mil millones de dólares; es decir, si esos plazos fijos al momento de vencer la gente no los renueva, sino que dice como hay una devaluación me voy a comprar dólares, son 30 mil millones de dólares al tipo de cambio actual; obviamente si hay una devaluación eso se reduce proporcionalmente medido en dólares, pero hoy tiene ese tipo, y solamente de plazo fijos; pero hay muchísimos tipos de activos financieros en pesos que a su vencimiento pueden irse al dólar, y como el gobierno en la previa estuvo elevando la tasa de interés a niveles realmente exorbitantes, para evitar un pasaje del dólar, se van acumulando intereses en pesos que al momento de su vencimiento se van a pasar al dólar y sigue un potencial devaluatorio que es explosivo y colocaría a la Argentina en el borde de una hiperinflación.

Ya son muchos economistas, no solamente los de la izquierda, muchos economistas, incluso del ala de la derecha, que dicen que en este tiempo, este año y medio de gobierno, Javier Milei, lejos de lo que dijo que no iba a haber emisión monetaria, cuatriplicó la base monetaria del país, entonces, esta cuatriplicación de la base monetaria presenta, insisto, un potencial devaluatorio que es explosivo y que si se manifiesta la totalidad de ese potencial devaluatorio el gobierno difícilmente pueda mantenerse en su lugar, es un gobierno que está para caer.

Entonces van a empezar una serie de maniobras que el gobierno tiene que improvisar, que tiene que improvisar porque ellos pensaban que podía llegar a las elecciones de octubre, ganar las elecciones de octubre y de una manera más ordenada salir de este esquema económico, que está completamente agotado. Pero para octubre faltan seis semanas, se ha precipitado la crisis como resultado de la derrota electoral y van a tener que improvisar. Y en esa improvisación van a aparecer devaluaciones apresuradas, fuga de capitales, una mayor recesión y en términos de propio gabinete, la posibilidad de un cambio de gabinete con la caída de Caputo, que obviamente la caída de Caputo no soluciona nada porque el que venga tiene que ver qué va a hacer y si sobre la base de la devaluación va a plantear una fuerte crisis y una gran sacudida social, porque una devaluación, lo sabemos muy bien, en la Argentina implica un aumento de los precios de manera directa e implica una mayor licuación de los salarios, de las jubilaciones, de los ingresos de los trabajadores. En un cuadro en el cual hoy ya tenemos una caída del salario que se viene arrastrando mes a mes, y esa caída del salario impacta en una caída del consumo y una devaluación sería ahí un golpe demoledor frente al pueblo y plantearía la necesidad de una intervención popular. Esta derrota es una derrota muy severa de gobierno y plantea como una de las posibilidades una crisis política y una crisis de poder que pone en cuestión el propio gobierno que no tiene el elenco político, ni los recursos políticos ni económicos para pilotear de una manera segura esta crisis que tiene que enfrentar.

¿Quién es el que ganó? Bueno, quien ganó en primer lugar es el peronismo, esto es así. El peronismo tuvo una muy buena elección, porque logró ser el principal canal por el cual se expresó la bronca al gobierno y logró el peronismo elecciones en muchísimos municipios superior al 50%, demostrando digamos, que ha logrado ser el canal principal por el cual se expresó el rechazo de la población a la política de Javier Milei. Dentro del peronismo incluso anidan choques importantes porque en la previa había habido una pelea fuerte, especialmente entre kirchnerismo y Cristina Kirchner y su hijo, y La Cámpora con Axel Kicillof, primero, sobre si se desdoblaban las elecciones, Cristina Kirchner era contraria a desdoblarlas y finalmente se desdoblaron y le salió relativamente bien a Kicillof, y, sin embargo, cuando uno va con las razones por las cuales le salió bien, tiene que ver acá que hay una gran improvisación de todos los factores políticos que intervienen en esta crisis; Kicillof había decidido desdoblar las elecciones pensando que Milei venía arrasando y que al desdoblar las elecciones iba a poder zafar apelando al aparato del peronismo y, de esa manera, incluso aunque sea derrotado, va a ser derrotado por una magnitud menor a la que seguía en octubre, y entonces "yo voy a provincializar la elección desdoblándola para septiembre, separándola de las nacionales de octubre". ¿Qué sucedió? Sucedió que la elección de septiembre no se provincializó, fue una elección claramente nacional por el contenido del debate, entonces Kicillof, que la había separado para provincializarla, se termina nacionalizando y triunfa porque se nacionalizó; entonces muestra la improvisación incluso del propio ganador, que lo había hecho con un objetivo que finalmente no hizo pero logró un triunfo por la crisis de gobierno, la crisis económica, la crisis política, los escándalos de corrupción, todo eso -ese combo explosivo- le permitió triunfar una elección sobre un eje nacional para el cual él no se había preparado.

Y Milei había armado listas provinciales, especialmente en la tercera sección electoral que había puesto un comisario como primer candidato, para discutir la política interna de la provincia de Buenos Aires y especialmente el tema de la seguridad, y finalmente no provincializó nada, fue un eje nacional y ese eje nacional lo llevó a la derrota. Es decir que las dos fuerzas principales dijeron cosas que no hicieron, improvisaron en el transcurso de la propia campaña, demostrando que lo que se impuso como agenda general es la crisis, es la inviabilidad económica de este gobierno, la inviabilidad financiera de este gobierno, el ataque al pueblo de este gobierno, y eso se metió de todas las maneras en la campaña electoral.

El discurso de Kicillof de ayer, esto es importante tenerlo en cuenta, es un discurso que nosotros no compartimos para nada. Pero qué es lo que no compartimos para nada, especialmente porque bueno, alguno dice "bueno, obvio, son otra fuerza política, tienen otro programa, no van a compartir el discurso de Kicillof", pero lo primero que planteó ayer fue lo siguiente: "El presidente se tiene que reunir conmigo con el gobernador la provincia de Buenos Aires y con otros gobernadores para ver una mesa, discutir qué salida tiene Argentina, porque el presidente tiene que gobernar hasta la finalización de su período constitucional, es decir, diciembre del año 2027, y tenemos que ponernos de acuerdo en una serie de cosas, y esta elección que ganamos sirve para pararle la mano a Milei. Nosotros no pensamos como piensa Kicillof: en primer lugar, nada bueno va a salir de una reunión con Milei, porque ¿cuál sería el objetivo de la reunión con Milei? Por ejemplo, ¿discutir una devaluación de la moneda?, ¿quién va a pagar esa devaluación de la moneda? La van a pagar los trabajadores, la van a pagar los asalariados, los jubilados, las personas que viven del laburo, directamente del ingreso que genera su laburo; y ¿a quién va a beneficiar? Va a beneficiar al sector exportador, va a beneficiar a la burguesía nacional, que la va a utilizar como una forma defensiva para evitar importaciones, pero a costa de aumentar los precios en el mercado interno y, por lo tanto, quitándole capacidad adquisitiva del salario. Es decir que una reunión entre Kicillof y Milei ¿para discutir una devaluación consensuada? Nosotros no vemos nada positivo, o un esquema impositivo que beneficie a una cantidad importante de sectores capitalistas. Entonces, la idea de una reunión, que es lo que pide Kicillof después del triunfo, no es para salir a luchar y derrotar a Milei sino por el contrario para darle calendario constitucional previsto hasta diciembre del año 2027 y no plantear ningún tipo de lucha ni acción directa.

En el discurso de Kicillof de ayer no estuvo presente un tema básico que es reclamarle al gobierno que no vete dos leyes claves que el día 11 -sí este jueves, faltan muy pocos días- vence el período para que el gobierno decida si la veta o la promulga, me refiero a la ley que beneficie a las universidades y la ley que beneficia al Garrahan. Es evidente que ahí tenemos una pulseada y esa pulseada -recién cuando revisábamos las medidas de lucha- ya están convocadas por los trabajadores de ambos sectores -universitarios y del Garrahan- que tienen conciencia de esa pulseada, pero no fue materia del discurso de Kicillof, cuando yo tengo que decir que esta semana hay que salir a la calle para derrotar el intento de veto, y si el gobierno decide vetar hay que hacer clases públicas, ocupar facultades, pero en el Garrahan, cacerolazos y preparar las condiciones para una pueblada que derrote al gobierno. No alcanza una elección para pararle la mano a un gobierno, hay que traducir eso en la calle, hay que traducirlo con una acción. Y la política de Kicillof, lejos de esa, es tratar de armar un acuerdo con los gobernadores, no solo del peronismo, sino gobernadores como Pullaro de Santa Fe, Llaryora de Córdoba e incluso Frigerio de Entre Ríos para sentarse en una mesa y hacer un acuerdo de tipo político el cual, insisto, es para defender los intereses de sectores capitalistas, que esos gobernadores tratan de representar, pero no para derrotar al gobierno y sus intentos antipopulares. Todos esos gobernadores o una parte importante de ellos fueron cómplices para que pase el veto a los jubilados en la Cámara de Diputados.

Entonces acá lo que se presenta es una pulseada y valernos de la derrota electoral del gobierno para impulsar la acción de lucha, la acción directa del pueblo, porque solo por esa vía se va a lograr derrotar al gobierno y estamos en muchas mejores condiciones que en el pasado para hacerlo, porque nuestro principal enemigo, que es el gobierno de Millei, sufrió una derrota y cuando el enemigo es derrotado hay que pasar a la acción y hoy el tema es pasar a la acción.

Para concluir, la votación del Frente de Izquierda. El Frente de Izquierda en un cuadro en el cual el repudio popular del gobierno se expresó mayormente a través de peronismo, la elección del Frente es importante, es una elección que no logra recuperar lo que obtuvimos en el año 2021, pero está por encima de la elección del año 2023, y es una elección que nos permite ingresar en la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires con dos legisladores y renovar lo que habíamos conseguido. en la mejor elección del año 2021 y muestra una línea de resistencia de una parte de la población que repudia el gobierno de Milei pero que también se posiciona de manera independiente al peronismo. Y eso es una conquista importante para lo que viene de Argentina; es una conquista importante porque esa acción independiente es clave para evitar todas las maniobras que van a venir ahora, sea por un intento de pacto con el gobierno, o sea si la situación del gobierno se deteriora al punto tal que hace falta proceder a un recambio político, que ese recambio político que va a armar el peronismo con otros sectores opositores va a ser a costa del pueblo. Y qué recursos tenemos, de dónde nos apoyamos, qué tenemos como capital, lo que tenemos es un porcentaje de votos interesante que hemos conquistado, que es desigual, cuando uno mira la escala de la provincia de Buenos Aires, que tiene puntos muy altos, como en La Matanza, donde estuvimos por arriba del 7% de los votos, insisto, con un aparato gigantesco del peronismo que se movilizó, demuestra una porción importante de pueblo que sigue a la izquierda, y eso ahora hay que ponerlo en la cancha, hay que ponerlo en acción y la izquierda tiene que empezar la campaña electoral hacia octubre como primera medida impulsando esta semana las lucha contra el veto de gobierno o el intento de veto del gobierno.

Entonces tenemos por delante una situación que es apasionante, apasionante. Recién bromeábamos un poco, pero no es solamente broma, que lo que pasa en Indonesia puede ser un espejo para Argentina. No necesariamente va a seguir esa forma, pero gobiernos de derecha como el de Milei inevitablemente genera rebeliones populares y las rebeliones populares pueden ser producto también de una derrota electoral y de un gobierno que quiere ir a fondo, como prometió ayer Milei, que dijo que va ir a fondo. Si el gobierno va a fondo, hay que preparar las condiciones para una rebelión popular.

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