La campaña electoral está entrando en su último tramo, teñida por crisis, fallos de la Corte y denuncias cruzadas.

La suspensión de la candidatura de Juan Manzur a vicegobernador por parte de la Corte Suprema puso en crisis al PJ, no le quedó otra que desistir de lo que a todas luces era ilegal, presentar un candidato a vicegobernador que no cumplía con los requisitos que marca la Constitución provincial. Manzur sabía que su presentación podía ser volteada por la Corte ya que la Constitución de 2006 lo prohíbe, él fue el presidente de la Asamblea Constituyente que le dio luz verde a un armado dirigido a garantizar la reelección de Alperovich y toda su camarilla. Esa constitución, hecha a las apuradas por el PJ, hoy les crea una crisis a sus propios progenitores.

La suspensión de Manzur sacó a luz la pelea intestina de camarillas que se había manifestado ya con las elecciones nacionales, donde Jaldo y el gobernador fueron a unas Paso en listas separadas. La fórmula vetada por la Corte era un pacto de no agresión para ganar las elecciones y tratar de posicionar a Manzur en el panorama nacional, lo primero está por verse y lo segundo quedó descartado, el último acto del 25 de mayo que realizó el kirchnerismo no tuvo ningún protagonismo del actual gobernador. En las horas posteriores al veto de la Corte Suprema, varios manzuristas pretendían seguir adelante con el proceso electoral en forma parcial, es decir sin la candidatura de gobernador. Jaldo y su equipo se negaron rotundamente, una elección solo a gobernador, sin los acoples lo dejaba en una situación muy peligrosa, el peronismo sin el fraude de los acoples no puede ir a ningún lado.

Otra vez la Corte

En estas últimas semanas de campaña reinó la incertidumbre en las filas del PJ, sucede que se presentó por parte de Cambiemos otro recurso ante la Corte Suprema para que se suspendan las elecciones en la provincia. Los macristas afirman que la fecha está mal puesta, es ilegal y, por lo tanto, las elecciones deberían pasarse para agosto. Detrás de una presentación leguleya subyace la idea de que a la oposición le conviene pegar las elecciones lo más posible con las nacionales; del lado del gobierno apelan a todo lo contrario, no quieren pegarse al desastre de Alberto, Cristina y Massa.

Narcotráfico y política

A raíz de una denuncia del candidato a gobernador de Cambiemos, Roberto Sánchez, se instaló una nueva polémica en la campaña. Sánchez dijo a un importante medio gráfico que en la provincia se intercambiaban votos por droga. Desde el PJ salieron a criticarlo y a pedirle que presente pruebas, llevar la discusión a tribunales seguro que no solucionará el problema del narcotráfico en la provincia.

Que se intercambien votos por drogas en la provincia no parece una locura, lo que no dice Sánchez es que los vínculos con el narcotráfico abarcan a todas las fuerzas políticas patronales. En los barrios más humildes y las comunas del interior los punteros ofician de tales cuando hay elecciones y cuando no las hay, muchos se dedican al narcotráfico. Esto abarca a los punteros, tanto del PJ como de Cambiemos. Hay candidatos a delegados comunales acusados de regentear la venta de droga en los pueblos, todo al amparo de policía provincial. Los más perjudicados por el avance del narco son los jóvenes, sus perspectivas de salida con este régimen están destruidas, no hay trabajo, el sistema educativo está desfinanciado y no existen centros de tratamiento de adicciones en ninguna parte. El gobierno trata a los jóvenes adictos como delincuentes y a los delincuentes los pone en sus listas.

Ningún cambio

Ante la salida de Manzur, el PJ decidió poner como candidato a vice a una figura relativamente desconocida en la provincia, Miguel Acevedo. El actual ministro del Interior de la provincia fue ministro de Economía del dictador genocida Bussi y luego funcionario de todos los gobiernos. Como ministro del Interior desde el año 2015, administra el reparto de fondos con intendentes y delegados comunales sin ningún tipo de transparencia, entrega y regatea fondos a las comunas para tenerlas bajo el control del Ejecutivo. El nuevo candidato, en el marco de un pacto de no agresión entre Manzur y Jaldo, expresa un acuerdo precario que puede volar por los aires con el avance de la crisis.

Vamos por una gran votación del Frente de Izquierda Unidad

Los números de la pobreza en Tucumán son devastadores, en cinco años este índice se incrementó 29,78 puntos porcentuales, pasando de 30,5% de pobreza infantil a 60,2%. Hoy, seis de cada diez chicos menores de 14 años viven en situación de pobreza, todo esto bajo la gestión de Osvaldo Jaldo y Juan Manzur. Solo con este número basta para explicar el fracaso del actual régimen.

Es nuestra tarea desenmascarar no solo al peronismo en todas sus variantes, sino también a la oposición de Cambiemos, que gobernó el país hace unos pocos años y que nos dejó en las puertas del actual desastre. Necesitamos en la provincia una izquierda que se plante, sin concesiones, vamos con el Frente de Izquierda Unidad.