Esta semana, el presidente Javier Milei y su gabinete recibirán a representantes del Tesoro yanqui y funcionarios del gobierno de Biden que ocupan un rol clave en las tratativas con el FMI. Así, el imperialismo le tiende la mano al gobierno, que está encauzando un programa profundamente antiobrero, reaccionario y cipayista, en el afán de reforzar el sometimiento del país. Esto traerá aparejado mayores condicionamientos, lo que implica un mayor ajuste, para atraer divisas que se irán por donde vinieron. El único objetivo del gobierno es cumplir con las expectativas fondomonetaristas estipuladas en el acuerdo, haciéndoselas pagar a los trabajadores.

Mike Pyle, asesor Adjunto de Seguridad Nacional para Economía Internacional del Consejo de Seguridad de la Casa Blanca, un funcionario clave del gobierno de Biden en las tratativas de la Argentina con el Fondo, se reunió este miércoles en Buenos Aires con el jefe de Gabinete, Nicolás Posse; el ministro de Economía, Luis Caputo, y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili. Las reuniones estarían orientadas a hablar de la producción de litio y gas natural, recursos nacionales estratégicos en los que el imperialismo está interesado, reforzando el saqueo. Tal es así que la propia secretaria de Energía estadounidense, Jennifer Granholm, estuvo presente en la asunción de Milei.

A su vez, esta semana desembarcará en el país Jay Shambaugh, subsecretario del Tesoro para Asuntos Internacional, el asesor de la Secretaria Janet Yellen que maneja el vínculo con los organismos internacionales –incluido el FMI– y sirve de enlace con foros como el G7 o el G20. Recordemos que es el mismo funcionario que, a mediados de septiembre, dijo que el Fondo “debe estar dispuesto a retirarse si un país no toma las medidas necesarias. Un programa con un ajuste insuficiente simplemente dejará al país en la misma o peor posición económica y hará crecer la deuda”, advirtiéndole al gobierno sobre la erogación fiscal que implicaban las medidas ejecutadas en el marco de la campaña electoral. Ahora, luego del “Rodrigazo” anunciado por Caputo, que está haciendo implosionar los bolsillos de la población, Shambaugh viene a garantizar que el redoble del ajuste fondomonetarista se lleve adelante.

A pesar del ajuste, que supuestamente, según los dichos del subsecretario del Tesoro, traería el desendeudamiento, la deuda externa del país sigue creciendo. Sin ir más lejos, el último episodio tuvo lugar las últimas semanas cuando Milei le pidió un crédito a la CAF para pagar los próximos vencimientos de la deuda usuraria e ilegítima adquirida con el FMI, lo cual sin dudas acarreará una mayor sangría de divisas y acrecentará el yugo de los organismos de crédito sobre las finanzas nacionales.

Milei le pide la escupidera al imperialismo para rescatar a exportadores, especuladores y capitalistas, mientras le hace pagar la crisis a quienes viven de su salario. En paralelo va a profundizar la tarea que ya había encarado el propio Massa, ofrendándole al imperialismo los recursos nacionales mediante ventajas impositivas y beneficios cambiarios, como es el caso de la extracción del litio en el norte, que solo paga un miserable 3% de regalías, o las prebendas otorgadas a las petroleras, reforzando el colonialismo. Este saqueo a su vez será pagado por la población, no solo con mayores penurias y enorme declive en sus condiciones de vida, sino con un mayor pasivo ambiental, el cual ya tiene efectos devastadores como el del último temporal, donde las familias trabajadoras son las principales afectadas.

Este programa implica un agravamiento de la dependencia nacional y la opresión imperialista sobre el pueblo argentino, un grado de sumisión compartido por todas las variantes de capitalistas. Debemos enfrentarlo en las calles, de manera mancomunada con todos los sectores golpeados, para eso es fundamental asistir a la marcha del 20 de diciembre convocada por el movimiento piquetero y el sindicalismo combativo.

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