Tras 12 meses de licencia, el Intendente de Villa María y funcionario del ministerio de Obras Públicas de la Nación solicitará su tercera licencia al frente del ejecutivo municipal para el cual fue votado. El Concejo Deliberante de proceder con el arbitrario pedido daría lugar a que formalmente el titular del ejecutivo electo tenga prácticamente más de 500 días de ausencia. Se trata de un claro atropello a la voluntad popular.

Martin Gill es un intendente en uso de licencia casi desde los orígenes de su asunción viola la Carta Orgánica Municipal en lo que respecta a los artículos 91, 94 y 125. Los anteriores pedidos de cesantías se aprobaron solamente con el voto de PJ-kirchnerismo, incluidos los dos concejales del acastellismo.

La oposición patronal en el Concejo y fuera del mismo viene realizando todo una demagogia republicana sobre los recurrentes pedidos de licencia. Los discursos y presentaciones que se realizan omiten que cuando Macri fue gobierno emitió decretos de necesidad y urgencia (DNU) de manera alevosa, sin seguir el procedimiento normal para la aprobación de una ley en el Congreso, aun cuando contó con la colaboración del PJ para hacer pasar leyes de ajuste.

Además, el poder judicial no actuó de oficio frente a semejante atropello. La justicia de Córdoba se puso otra vez del lado del partido de gobierno, dando cuenta de lo que se trata de un régimen que actúa de conjunto contra los más elementales derechos establecidos legalmente.

Mientras la crisis y la desocupación en la ciudad siguen un curso ascendente, Martin Gill repite la promesa de obras, la zanahoria con la cual busca aceptación social. Si de obras se trata, el municipio puede y debe satisfacer las demandas de la población.

Sin embargo, lo que está detrás de esta acumulación de cargos y poder es la sucesión en la gobernación de la provincia. Se sabe que Schiaretti no podrá ser candidato a la gobernación y la interna del PJ ya está ampliamente lanzada. El que más se postula para ello es Martin Llaryora, anterior vicegobernador y actual intendente de la capital. Gill, con el apoyo de Fernández, apuntan a la vicegobernación, es decir a una reunificación de todo el PJ, incluido el kirchnerismo. Esta “unidad” se daría ya en 2021 en el armado de las listas parlamentarias, aunque todavía hay una negociación que recorrer.

Mientras tanto, la indigencia en la ciudad de Villa María creció junto con la pobreza, según un censo realizado por la Municipalidad en conjunto con la Universidad Nacional. Es necesario impulsar la realización de obras de manera urgente, como por ejemplo un plan de vivienda y tierra para todos los trabajadores para poder palear la crisis social y económica que sacude al país y a la ciudad.

Llamamos al pueblo villamarience que vive de su trabajo a sacar las conclusiones de este nuevo atropello y el caso omiso antes las necesidades de los ciudadanos. Es necesario que el pueblo decida, llamando de nuevo a elecciones de manera inmediata.

 

 

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