Políticas

4/8/2021

Visitas a la Quinta de Olivos: haz lo que yo digo pero no lo que yo hago

Acerca de los ingresos a la residencia oficial del presidente durante la cuarentena de 2020.

Si de algo le sirvió al gobierno las declaraciones misóginas de Fernando Iglesias acerca de lo que denominaron como “escándalo sexual”, fue para desviar el eje de la verdadera polémica: mientras el conjunto de la población se resguardaba en sus hogares por el bien común, Olivos se convertía en un desfile de personalidades que entraban y salían con absoluta arbitrariedad para eventos festivos.

Así lo demuestra el registro de ingresos a la Quinta Presidencial del 2 de abril de 2020, día que Alberto Fernández cumplió 61 años, cuando ingresaron cuatro personas pasadas las 22 y egresaron la madrugada del día siguiente, quedándose algunos de ellos incluso hasta las 3 de la mañana. También los registros del 14 de julio, cuando Fabiola Yáñez, pareja del presidente, celebró su trigésimo noveno cumpleaños junto a nueve personas más. Sin embargo, lo más alevoso de la lista es la cantidad de veces que ingresaron que algunos de ellos; Sofía Pacchi, asesora de Yáñez y amiga personal, entró más de 60 veces durante el año pasado, compitiendo con funcionarios como Santiago Cafiero, jefe de Gabinete, o Martín Guzmán, ministro de Economía de la Nación.

Las entradas se dieron durante la cuarentena que comenzó a finales de marzo de 2020 y se extendió hasta noviembre del mismo año, aunque con importantes flexibilizaciones para que los trabajadores regresen a sus puestos laborales, en una clara orientación patronal. A su vez, los casos ascendían para consolidar la primera ola de coronavirus mientras el presidente salia en conferencia de prensa echandole la culpa del recrudecimiento de la pandemia a la “irresponsabilidad” individual de la población, sin hacer alusión a la responsabilidad estatal y la falta de medidas acompañantes para que los trabajadores puedan cumplir su aislamiento en medio de una crisis económica y social galopante.

Más allá de lo escandaloso del punto, el hecho es una muestra más de que para la clase burguesa de nuestro país rige una vara distinta que para el resto de la población. ¿O hace falta recordar que las represalias para los trabajadores por incumplir el aislamiento social, preventivo y obligatorio dispuesto en todo el territorio nacional fueron desde multas hasta desapariciones forzosas en manos del Estado, como ocurrió en el caso de Facundo Castro?

El telón de fondo es el régimen de impunidad y privilegios de clase que rodean a la casta gobernante de nuestro país. Lo mismo manifestó la puesta en pie del vacunatorio VIP en el Ministerio de Salud a principio de este año, que priorizó la inmunización de funcionarios, miembros de la burocracia sindical, y amigos y familiares de quienes -se supone- deberían garantizar la distribución equitativa y de acuerdo a las prioridades establecidas por toda la sociedad.

La respuesta del gobierno fue la de tomar el eje de misoginia y ataque hacia las mujeres defendido por la oposición, pero no dio explicaciones acerca de por qué ingresaban personas que nada tenían que ver con la función pública más que ser asesores de la primera dama, reuniones que sin duda se podrían haber dado de manera virtual, o por qué se mantuvo en secreto.

Este hecho, por lo tanto, es una muestra más del régimen de atropellos contra la población y la hipocresía de quienes nos gobiernan. Por eso planteamos que las medidas sanitarias deben ser decididas por los profesionales de la salud, especialistas e investigadores de la mano de la masa trabajadora, para que se anteponga la salud de la población en su conjunto y no las prioridades de clase de unos pocos.