El mismo día en el cual se confirmaba su precandidatura presidencial por el frente oficialista Unión por la Patria, Eduardo “Wado” de Pedro eligió mostrarse junto al exministro Julián Domínguez –quien encabezará la nómina a diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires- en una actividad con la Unión Industrial Argentina (UIA). Las mismas patronales de la UIA que vienen de justificar y avalar la violenta represión en Jujuy contra los trabajadores y pueblos originarios.

El candidato presidencial de Cristina, quien comparte fórmula con el polémico Juan Manzur y se reconoce como “cuarta generación de productores agropecuarios” –por sus negocios en Mercedes- no dudó a la hora de establecer las prioridades de su campaña en línea con la agenda patronal.

El hecho de que lo acompañara Julián Domínguez, ex ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, un aliado de la Mesa de Enlace y las multinacionales del sector y promotor de la ley de beneficios fiscales para las patronales automotrices, no es casual: Wado fue a consustanciarse con quienes demandan una ofensiva contra los derechos de los trabajadores.

La presencia de Domínguez también es un guiño para la burocracia sindical, con quienes realizaron una reunión al término de recoger las demandas patronales. El exministro se caracteriza por sus vínculos con la burocracia cegetista y es considerado una pieza valiosa para la articulación de reformas laborales convenio por convenio, como sucedió en el Smata.

No se trata de una mera especulación, las patronales de la UIA acaban de firmar un llamado bajo el título “Basta de Violencia”, donde se justifica el accionar represivo y criminal del gobernador jujeño Gerardo Morales y se criminaliza a los trabajadores y comunidades originarias que se manifiestan contra la reforma constitucional reaccionaria.

El documento firmado por más de 700 representantes de las principales patronales del país iguala al levantamiento jujeño y el proceso de movilización y lucha con el delito de “sedición”. Se trata de una orientación de fondo, que busca allanar el camino para nuevas reformas antiobreras, y desarmar a los trabajadores ante las patronales.

Allí es donde Wado y compañía fueron a buscar la foto de respaldo de su candidatura para las próximas elecciones.

Es la misma orientación que impulsa la patronal multinacional de Bridgestone con causas truchas contra la directiva del sindicato clasista del Sutna ante la Justicia penal, con el afán de embarrar las negociaciones paritarias e imponen su política del terror y extorsiones en la planta.

En el marco del contubernio con las patronales de la UIA, estos dialogaron respecto a las principales demandas del sector, con eje en la reducción de impuestos y cargas patronales, el acceso a dólares oficiales –con lo que las patronales hacen negocios especulativos triangulando operaciones- y otras demandas actualizadas en lo que ellos denominan su Libro Blanco.

Wado se refrenda ante la UIA, el mismo sector que el kirchnerismo y el gobierno nacional acusan de “formadores de precios”, lo cual tira por la borda todo el relato oficial sobre la inflación, donde se oculta la verdadera responsabilidad del Estado y del pacto con el FMI.

La candidatura kirchnerista de Wado de Pedro expresa lo que la vicepresidenta Cristina Kirchner menciona a menudo: que ellos son y serán un gobierno capitalista. La candidatura de Manzur a vicepresidente tambien expresa la orientación patronal de un vínculo directo de las azucareras y citrícolas de Tucumán. La visita de Wado a la UIA busca generar consensos entre las patronales, con el mensaje de que el peronismo es su mejor instrumento para contener la crisis social en medio de la continuidad del ajuste antiobrero.

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