El miércoles 2 hubo una audiencia pública, convocada por el PTS y el Sindicato Ceramista, para brindar un informe sobre la situación productiva y contable de Fasinpat y para señalar la necesidad de una renovación tecnológica de la fábrica. A la audiencia concurrieron, además de la delegación de obreros de Zanón y las organizaciones históricamente solidarias con su lucha, diputados y asesores del kirchnerismo, Libres del Sur y el FR.

 

El informe de apertura quedó a cargo del contador de la fábrica, y concejal por el centroizquierdista y filokirchnerista UNE, Fernando Spoliansky. El informe retrató el cuadro lapidario que atraviesan la fábrica y sus trabajadores.

 

La producción mensual de cerámicos se ha desplomado a los 40 mil metros cuadrados contra los 400 mil que llegó producir la fábrica en su mejor momento. Los ingresos netos de la cooperativa por ventas son de 4 millones de pesos mensuales, mientras los egresos a cubrir ascienden a los 8 millones. El tarifazo ha representado una carga descomunal para la cooperativa, que sobrevive endeudándose con los proveedores y mediante el ajuste de los salarios. los trabajadores están cobrando 500 pesos por semana.

 

Mientras la vieja patronal renovaba la maquinaria con créditos del Estado cada ocho años, la cooperativa sufre el sabotaje estatal desde hace 15 años, y hace 20 que la maquinaria no se renueva. Se detallaron los vaivenes de la negociación por el crédito para la renovación tecnológica con el gobierno de CFK. Del pedido inicial de 111 millones de pesos se pasó a otro de 39 millones al Fondear, ante la exigencia del gobierno de realizar una petición “viable”. Con la devaluación, esta suma se elevó a 61 millones de pesos. Este importe es la inyección urgente que necesita la fábrica para seguir funcionando.

 

Lo llamativo, frente a la crítica situación, es que la audiencia no constituyó un punto de apoyo para el lanzamiento de una acción en defensa de la gestión cooperativa. Convocada para discutir “alternativas o propuestas de salida” no formuló ningún planteo, no ya sobre una salida de fondo, como podría ser una lucha decidida por la estatización: tampoco lo hizo sobre una iniciativa concreta en busca de arrancar al Estado el crédito de 60 millones de pesos para la renovación tecnológica.

 

Fue así que, ante la ausencia de una iniciativa de lucha por parte de la dirección del sindicato y del PTS, los diputados de Libres del Sur propusieron la búsqueda de “aliados momentáneos”; es decir, iniciar negociaciones con el gobierno del MPN, principal enemigo de la lucha de los trabajadores de Zanón.

 

El Partido Obrero, a través de la intervención de la diputada Patricia Jure, planteó que la salida debe estar en el impulso de un plan de lucha a fondo contra el Estado. La orientación de pasividad a la espera del crédito, que la dirección del sindicato impuso durante el gobierno de Cristina, se reveló como un fracaso. Jure volvió a colocar para su discusión el proyecto de ley del Partido Obrero -presentado hace cuatro años al PTS y a la Marrón- que establece la responsabilidad del Estado provincial de garantizar el salario y la jubilación de los trabajadores y la renovación tecnológica de la fábrica.