Continúa por todo el fin de semana el acampe de trabajadores desocupados frente a la sede de YPF en la localidad santacruceña de Las Heras, iniciado el jueves en el marco de la jornada nacional convocada por el Frente de Lucha Piquetero. Participan el Polo Obrero, el MIJD y Petroleros Autoconvocados, reclamando trabajo genuino.

A pesar de ser la localidad de donde se extrae la mayor producción de petróleo de la zona norte de la provincia, la desocupación y la miseria crece en todos los barrios. En los’90, tras la privatización de YPF, la crisis social se tradujo entre otros datos alarmantes por el crecimiento de la tasa de suicidios entre la juventud que no encontraba horizontes. Solo las luchas de comienzos del milenio lograron abrir puestos laborales en remediación ambiental y comenzar a revertir la barbarie.

El año pasado, 40.000 santacruceños recibieron el IFE (equivalente a 5.000 pesos mensuales durante seis meses), y apenas 4.000 entraron al programa social Potenciar Trabajo antes de fin de año, lo que marca que casi la mitad de la población está en la indigencia. Si a esto le sumamos los empleados públicos, municipales, trabajadores de la salud, docentes con salarios de bajo de la línea de pobreza, la situación se revela como insostenible.

El gobierno de Alicia Kirchner no parece estar dispuesto a tomar medidas excepcionales. Tampoco se anuncia ningún tipo de contención en un cuadro de desocupación que alcanza casi la tercera parte de la población, mientras continúan los despidos. El gobierno de Alberto Fernández anunció a la par la eliminación del IFE. En YPF, a su vez, descargó una ofensiva bestial sobre los puestos de trabajo y el convenio colectivo petrolero.

Una perspectiva de recuperación de la actividad en la región requiere partir de la reincorporación de todos los petroleros despedidos en los últimos años, un plan de remediación ambiental a cargo de las operadoras que genere trabajo genuino para miles de jóvenes de la zona norte de Santa Cruz, la nacionalización integral de los hidrocarburos para ponerlos al servicio de un plan de desarrollo e industrialización del país. Es un programa antagónico a los mandatos fondomonetaristas que siguen el gobierno provincial y nacional.

Desde el Partido Obrero nos solidarizamos con los jóvenes desocupados y petroleros despedidos, que con su lucha dan un ejemplo a toda la clase obrera y muestran que es necesario organizarse para terminar con el avance de la pobreza.