Salud

27/5/2021

coronavirus

Córdoba: conmoción en el interior por la muerte de trabajadores de la salud

Murió una cardióloga de Capilla del Monte y un médico oriundo de Luque. El gobierno es responsable.

Fabiana Ortiz, de 51 años de edad, vivía en La Falda y murió el martes 25 de mayo en un nosocomio de la Capital tras contraer coronavirus. Trabajaba en el hospital de Capilla del Monte y también en la capital. Por otro lado un médico, de 68 años, que trabajaba en el centro de Salud municipal de Luque también murió por Covid. Gerardo Ranciglio, director de la mencionada institución, le confirmó a La Voz que la víctima “había completado el esquema de vacunación y desarrollado anticuerpos” pero presentaba enfermedades previas que hacían inconveniente su permanencia en el trabajo.

Al respecto de la muerte de la cardióloga el secretario de Salud de Capilla del Monte, Gerardo Guerra, lamentó “el fallecimiento de una compañera de trabajo, la doctora Fabiana Ortiz que trabajaba como cardióloga desde hace unos meses” en el nosocomio de esa ciudad, dijo que “se aisló por un contacto estrecho y luego dio positivo” (Cba24n).

La situación de la pandemia en el Valle de Punilla, con récord de contagios en las últimas semanas, así como en el interior de la provincia es preocupante, es parte de lo que sucede en Córdoba que terminó el día de miércoles 26 con 4.523 casos de coronavirus de los 35.399 a nivel nacional. El citado secretario de Salud en una entrevista con un medio local el 13 de mayo había declarado que: ‘‘el COE como COE ha desaparecido. Pero hay control y colaboración y participación del intendente, de la parte ejecutiva, bomberos, policía, y… defensa civil’’. También se refirió a los 5 empleados Covid positivos del Supermercado ‘‘Cordiez’’. Dijo: ‘‘se aislaron los contactos estrechos son en total 6 aislados’’. En la entrevista realizada por CDM Noticias, se habló también de los contagios en el colegio San Martín, hoy cerrado. Sobre el hospital de Capilla, del que es director, el secretario planteó que: ‘‘el personal de salud da el 110%’’ y anticipó que: ‘‘van a aumentar mucho los casos hasta que la población esté vacunada o pasen la patología’’. Lo que pinta la precaria situación epidemiológica en la zona.

La muerte de la doctora Ortiz y la del médico oriundo de Luque se suman a la maestra Érica Chivalero. No queda claro aún si Fabiana Ortiz había recibido o no alguna dosis de vacuna o si poseía alguna enfermedad preexistente. Mientras los contagios y las muertes crecen en todos los gremios y particularmente en los esenciales, el gobierno provincial se postula como el peor del grado de la segunda ola, con la mayor tasa de contagios cada millón de habitantes y con el ‘‘94% de las UTI ocupadas’’ según la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (Sati). Esto echa por tierra las mentiras de Schiaretti sobre las camas críticas.

Las patronales, como la de Cordiez, presionan para mantener abiertas sus puertas a toda costa. Son cómplices junto con el gobierno del crecimiento de los contagios e incumplimiento de los protocolos sanitarios. Esta comunión dio un salto con el decreto nacional y la Resolución 4/21 del Ministerio de Salud y Ministerio de Trabajo que posibilitan el trabajo presencial de personas de riesgo, pasados los 14 días de la inoculación de la primera dosis de cualquier vacuna. Es un atropello a los derechos humanos fundamentales y un riesgo brutal para la vida de personas con enfermedades preexistentes. El gobierno tiene un severa participación del colapso sanitario, económico y social que estamos viviendo y que no cesa.

Debemos luchar contra esta política que lleva a la muerte. Es necesaria la centralización del sistema sanitario, garantizar la provisión de vacunas para todos, el cumplimiento irrestricto de los protocolos de bioseguridad en los lugares de trabajo, un seguro al parado de $40 mil y el salario mínimo vital y móvil igual a la canasta básica. En cada ciudad, en cada gremio debemos levantar este programa.