Luego de que se hiciera pública una carta y una nota de las y los profesionales de enfermería dirigida al director del Hospital Rawson, las autoridades tuvieron que retroceder de la pretensión de intensificar las condiciones de trabajo sobre un personal psíquica y físicamente súper explotado, y el régimen del pluriempleo, y para peor con salarios por debajo de la inflación.

Cabe recordar que el director del nosocomio, Miguel Díaz, pretendía eliminar la guardia espejo, que consistía en trabajar 3 días y tener 3 días de franco. La denuncia del personal de enfermería recogió una amplia cobertura y apoyo, que exponía claramente al gobierno, por lo que el mencionado funcionario tuvo que retroceder por los medios de comunicación, afirmando que “desde la dirección del hospital siempre hemos tratado de proteger al personal y no hemos tomado medida que vayan en contra de los derechos de los trabajadores”.

Más precisamente frente a la denuncia del cambio de condiciones de francos, Díaz declaró a Cba24 que “es una medida que estaba en estudio. Era una sugerencia de las supervisoras de enfermería. Eran ocho francos mensuales con la posibilidad de redistribución de personal”. Con lo cual reconoció lo denunciado por las enfermeras.

La organización desde las bases de las y los trabajadores de enfermería hizo retroceder al director de una posición que ponía en un riesgo mayor la salud del personal de enfermería, y del conjunto de pacientes que asisten al Rawson.

Sin dudas se logró un triunfo conquistado mediante la unidad que dio brazo a torcer a las autoridades. Ese es el camino para avanzar en la satisfacción de todos los reclamos, construyendo una inter hospitalaria, desarrollando un frente único para garantizar el conjunto de reclamos pendientes, entre ellos, arrancar el aumento salarial para que ningún trabajador de la salud cobre por debajo de la línea de pobreza, y terminar con el régimen de pluriempleo.

Con este método, vamos a exigir más personal, vamos a rechazar la paritaria de miseria del 26% que el SEP quiere cerrar a nuestras espaldas y por todos los reclamos pendientes.