Salud

4/11/2021

Desmantelan los centros de testeo de Covid

El ajuste en salud domina las decisiones de los gobiernos.

Excusándose en los bajos niveles de casos de los últimos meses, los gobiernos de la CABA y PBA, avalados por el Ministerio de Salud de la Nación, comenzaron a desarmar los dispositivos Covid puestos en pie durante la pandemia. Mientras Larreta y Kicillof daban la orden de recortar los centros de testeos, en el país se elevaron nuevamente los contagios.

El aumento aún es menor, aunque sostenido desde principios de octubre: el promedio diario pasó de 772 casos a 1.152 en tres semanas, lo que corresponde con un aumento del 49%. Aunque la ministra reconoció el aumento, no dispuso de nuevas medidas. “Es esperable que tengamos un aumento de casos” dijo, y agregó que probablemente se deba a las nuevas aperturas y la circulación de la variante Delta, la cual es responsable del 83% de los casos de Covid analizados en el AMBA. Pero justamente lo preocupante es que correspondan a casos de la variante Delta, la misma cepa que está causando olas con récords de casos en Reino Unido, Rusia y Turquía, y que por estos días está llevando los contagios en China a sus mayores niveles desde que comenzó la pandemia. Ni siquiera los altos niveles de vacunación, un 76% de la población a finales de octubre, logran evitar la propagación del virus, que presenta una mayor tasa de transmisibilidad y cierta resistencia a las vacunas.

Por otro lado, Carla Vizzotti aseguró que “esperan” que esto no se traduzca en un aumento de las internaciones y de los muertos. Pero, inevitablemente, una vez que aumentan los casos las muertes acompañan en algún grado, aún más en un país que ni siquiera en el peor momento de la pandemia pudo hacer frente a la ola de muerte, lo que ocasionó que ingresara al top 10 de países con mayor cantidad de fallecimientos por millón de habitantes, lugar que aún mantiene. De hecho, Vizzotti menciona como algo positivo que los aumentos se den en los grandes aglomerados urbanos, cuando fue allí donde se dieron la mayor cantidad de muertes, como la Ciudad de Buenos Aires que lidera los rankings de fallecimientos en el país y el mundo.

En este cuadro, han avanzado en un desmantelamiento de los centros de testeo. En CABA eliminaron 13, es decir que solo funcionan 2 unidades para buscar activamente los casos de la ciudad y acercarse a los trabajadores que, por distintas razones, no pueden acceder a las UFUs o los dispositivos DetecAR. En provincia también las redujeron, contrario a la recomendación de los infectólogos. Aparentemente los testeos totales seguirán siendo la misma cantidad, o al menos esa es lo que intentarán los ministerios, lo que significa que el cierre de las unidades se contrarrestará con la mayor explotación de los profesionales que queden en las restantes. No podemos ignorar que semanas atrás profesionales de la salud de CABA denunciaron despidos de más de 1.000 enfermeros, enfermeras y demás profesionales contratados durante la pandemia bajo acuerdos precarios, lo que pone de manifiesto la intención de eliminar cualquier tipo de medida puesta en marcha durante el año pasado.

Es decir que no hay preparación alguna para un posible aumento de casos, rebrote o tercera ola. Si alguno de esos escenarios se diera, encontrará las herramientas de diagnóstico y prevención desarticuladas, al sistema de salud desbaratado y a los trabajadores de la salud bajo salarios de miseria y agotados luego de dos años de pandemia sin licencias o vacaciones. El trasfondo es el ajuste imperante, que domina cualquier decisión oficial que se tome en pos de cerrar el acuerdo con el FMI. Bajo ese objetivo se inscribe el presupuesto 2022, proyectando un recorte del 13% con la posibilidad de que sea mayor, puesto que todo indica que no se cumplirá la inflación del 33%.

En cambio, lo que se necesita es un aumento presupuestario para salud que recomponga los ajustes que año a año se votan en los presupuestos. Aumento del salario para los trabajadores de la salud, recomposición salarial y paritarias indexadas a la inflación. Pase a la carrera profesional para enfermería y reconocimientos de todas las carreras médicas, que implique una mejora en sus condiciones salariales y laborales. Centralización del sistema sanitario bajo control de sus trabajadores.