Al escribirse esta nota, el informe de la Secretaría de Salud de Dolores informaba la existencia de 70 casos positivos activos de Covid-19, 26 casos en estudio y 380 personas aisladas. Este brote, que se propagó durante las últimas semanas, llevó a que se anunciara con bombos y platillos la realización de un importante operativo del Plan Detectar en la ciudad.

El operativo se hizo el 17 de julio. Se recorrieron 22 manzanas, visitando 307 domicilios en los que habían 750 personas. Sin embargo, se realizaron solamente 13 hisopados. Luego de ello, no se ha informado acerca de la continuidad de los operativos. Es decir que ni siquiera se testeó a quienes estuvieron en contacto estrecho con las personas infectadas.

En estas condiciones se expone a toda la población de Dolores a la posibilidad de nuevos brotes del virus, cuando el distrito ya ha ingresado en la fase 4 de levantamiento de la cuarentena, en línea con la política de Kicillof y Alberto Fernández de ceder a la presión patronal para terminar definitivamente con las medidas de aislamiento social, sin fundamento epidemiológico alguno.

En Prensa Obrera ya habíamos desarrollado el planteo del Partido Obrero Dolores para hacer frente a la crisis sanitaria en el distrito y como parte del programa de medidas que reclamamos se incluía la necesidad del control de los operativos de testeos por parte de comités barriales de seguridad e higiene electos por los propios vecinos. La desidia, tanto del intendente Camilo Etchevarren como de los gobierno provincial y nacional con este operativo ínfimo, reafirma la necesidad de la organización de los trabajadores y vecinos de la ciudad y Sevigné.

Junto con ello, esos comités deberían supervisar la entrega de alimentos y elementos de higiene, así como las condiciones de salubridad general de los barrios (agua potable, viviendas en condiciones). De igual manera es necesaria la organización de comités se seguridad e higiene en los lugares de trabajo, principalmente en el Hospital San Roque.

Por otro lado, la centralización del sistema de salud bajo la dirección de los trabajadores es fundamental para tener un dominio real del tratamiento de los casos sospechosos y de la correcta atención de los contagiados. La aplicación de impuesto progresivo a los grandes terratenientes y grandes empresas radicadas en la ciudad permitiría recaudar fondos para afrontar las compra de insumos sanitarios, la realización de testeos masivos, garantizar la asistencia social y emprender un plan de vivienda.