La Cámara de Instituciones de Diagnóstico Médico (Cadime) y la cámara nacional Adecra+Cedim denunciaron recientemente aumentos de hasta el 100% en los insumos médicos, con subas del 30% entre los insumos principales de salud. Señalan la circulación de listas de proveedores sin precios y desabastecimiento luego de la devaluación oficial y la escalada en el ajuste del FMI, lo que estaría afectado a la realización de las prestaciones médicas en las obras sociales, la salud pública y la medicina prepaga.

Se trata de subas principalmente en los insumos de especialidades de laboratorio de análisis clínicos, diagnóstico por imágenes, oftalmología y odontología, entre ellos en materiales descartables y medicamentos de uso habitual.

A la suba en insumos, que van desde reactivos de diagnóstico para análisis clínicos, guantes descartables y placas radiográficas, hasta jeringas de composite, se suman los aumentos de hasta el 20% en medicamentos como fruto de la devaluación oficial del gobierno y el FMI, y la especulación de las patronales de un sector que hace negocios con la exportación y precios dolarizados.

Esta situación pone en jaque a todo el sistema sanitario. Las cámara de prestadores más afectadas señalan que no se encuentran en condiciones de cumplir los acuerdos con las entidades de medicina prepaga y las obras sociales, por lo que los principales afectados son los pacientes bajo dichos subsistemas.

Para el caso de la salud pública, a la persistente ausencia de insumos y medicamentos en los hospitales y dependencias del sector, se agrega ahora el desabastecimiento general y nuevos costos que no encuentran cobertura en el ajustado presupuesto de salud.

“En algunas provincias ya se están reprogramando turnos de diversas prestaciones médicas, atravesando, en algunos casos, una situación especialmente crítica”, declaró Jorge Cherro, presidente de Adecra.

Las entidades privadas reclaman la actualización de los convenios con obras sociales, prepagas y el Estado, lo que redundaría también en nuevos incrementos en las cuotas de la medicina privada, coseguros y aranceles adicionales en las obras sociales vaciadas, y más desabastecimiento en la salud pública.

En todo este proceso también ha quedado de manifiesto la dependencia del sector público respecto al privado, ante la ausencia de un sistema centralizado y nacional de producción de insumos para la salud. Cuando se discuten proyectos con distintos grados de devaluación e incluso dolarización de la economía es importante considerar el nivel de alta volatilidad de los pecios en salud por parte de un sector altamente concentrado y vinculado a los precios internacionales.

Como adicional, las entidades privadas afectadas trasladan a las negociaciones paritarias su reclamo al Estado, reclamando una “urgente recomposición arancelaria”, atando los aumentos salariales a nuevas subas de los precios en las prestaciones. Algo que el gobierno ya ha hecho en el pasado, avalando la extorsión de las patronales.

Salidas como la dolarización que pregona el candidato liberal Javier Milei complicarían aún más este esquema, con precios desatados y el colapso de toda la atención sanitaria, la cual solo sería accesible para un sector ínfimo de la población.

La devaluación está haciendo estragos en los bolsillos de los trabajadores y expone un régimen de vaciamiento de la salud pública y la medicina en general, que repercute en mayores penurias y dificultades para los trabajadores, de la mano de una cuasitotal dependencia del sector privado y sus negocios.

El “Estado presente” del kirchnerismo ha sido la base de este vaciamiento y proliferación de los negocios privados. Cuando Massa y compañía dicen que Milei vienen arrasar con los derechos no dan cuenta de que ellos no pueden satisfacer ni el más mínimo acceso a la salud, allanándole el camino al líder liberal. La privatización de la salud que plantea Milei vendría a profundizar esta línea. Los trabajadores debemos reconstruir la atención sanitaria recuperando la inversión pública en el sector y la producción nacional e medicamentos e insumos para abastecer al sistema sanitario, garantizando al acceso a la salud para el conjunto de la población.

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