El último informe vespertino reportó 313 nuevos contagios y 3 fallecidos, llegando a un total de 9894 contagios acumulados y 204 muertes. En el último mes, los contagios se triplicaron (3710 el 3 de agosto) y entre las y los trabajadores de la salud llegan a rondar 1200 (11,7%) poniendo al sistema sanitario de la región en el comienzo del colapso.

La jefa de Terapia Intensiva del Hospital San Martín, Elisa Estenssoro, como la directora ejecutiva del San Roque de Gonnet, Josefina Saintout, han coincidido ha en que “de seguir este ritmo vamos a llegar al colapso”. En este sentido, Estenssoro pronosticó que en pocos días si no bajan los contagios llegaremos al 100% de ocupación. Por el lado de Saintout, confirmó que en el Gonnet la ocupación había llegado al 85%, promedio que coincidiría con el general, teniendo en cuenta que hace 2 meses estábamos al 50 % y la ocupación de camas permanente creció un 35% promedio (Diario El Día-Flourish Team-2/9). Como el intendente Julio Garro y el gobernador Axel Kicillof no han tomado medidas al respecto, todo indica que lo peor está por confirmarse.

Por el contrario, ajeno a la crisis sanitaria que la vienen pagando con cada vez más vidas las y los trabajadores, entre ellas, la del enfermero Antonio Gil Yovera, del Hospital de Niños, el intendente de Juntos por el Cambio, sostiene el levantamiento de la cuarentena como puede comprobarse en las calles de la región y continúa presionando por la apertura de bares y la vuelta de la construcción privada. El gabinete municipal ha preparado todo para el avance de la pandemia y la consecuente quiebra del sistema sanitaria.

 Estenssoro, Josefina Saintout como profesores de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNLP han coincidido también en denunciar las condiciones de superexplotación que están atravesando lxs trabajadores de la salud, entre quienes crece el cansancio físico y psicológico por la sobrecarga de trabajo por falta de personal, por los contagios intrahospitalarios cotidianos, por la prohibición de toma de licencias por ser personal esencial, por las dobles jornadas laborales por salarios de pobreza, y por estar en el frente de batalla contra la pandemia sin recursos conviviendo con la muerte misma, lo que provoca la angustia entre lxs trabajadores de salud.

 Este escenario ya había sido advertido en el mes de abril por profesionales de la salud de la región. Luego de 5 meses de cuarentena con sus diferentes fases, se ha constatado que el gobierno provincial y municipal les ha dado la espalda, con el agravante de haber actuado con improvisaciones en las medidas por ceder a los reclamos de los capitalistas: Por un lado, estableciendo por presión de docentes y estatales una “Fase 1” ante los primeros contagios, y luego una apertura casi total de los rubros industriales y comerciales cuando estamos por llegar a los 10mil contagios. Y por el otro, continuando con el abandono del sistema sanitario sin recursos, mientras han cancelado vencimientos de la deuda provincial por 270 millones usd o saqueando la caja del IOMA en beneficio de la salud privada.

Es necesaria la centralización del sistema de salud, público y privado, contemplando las obras sociales, bajo comando único de las y los trabajadores de la salud, de la mano de inyectar presupuesto para un aumento salarial de emergencia, para el pago de salarios atrasados, por el pase a planta de los precarizados, para ampliar la dotación de enfermeros, especialistas y profesionales, y para garantizar todos los recursos sanitarios necesarios, tanto de protección como unidades UTI y todo aquello que se requiera de forma urgente.

Llamamos al conjunto de lxs trabajadores a organizarnos por este programa, poniendo en pie comités de seguridad e higiene para defender nuestro trabajo y nuestras vidas, y luchas por una cuarentena en términos obreros y populares, con un subsidio al parado de 30 mil pesos, por un verdadero impuesto a las riquezas provinciales y de la región (Dacal, Moragues, Building, Oxbow Copetro) para financiar el salvataje al sistema sanitario provincial, y de ser necesario, transformar la industria ociosa para la fabricación de recursos hospitalarios.