El 12 de noviembre un temporal azotó a la ciudad de Mendoza, inundando calles, parques, canales… y hospitales.
Si la pandemia había puesto de relieve el vaciamiento de la salud pública en cuanto a personal, insumos y cantidad de camas, este temporal mostró la precariedad edilicia en los hospitales mendocinos.

En el Hospital Lagomaggiore se inundó la sala de terapia intensiva (no Covid-19). En un video difundido en redes sociales se aprecia que incluso entraron las piedras de granizo, es decir que no era una simple gotera. En el Hospital Gahilac se inundó un pabellón entero, con caída de techo incluida, por lo que el personal tuvo que inmediatamente trasladar a todos los pacientes que allí se encontraban a otro pabellón.

Desde el Hospital Carrillo denunciaron que cuando se cortó la luz -en todo el municipio- no se pudo poner en funcionamiento inmediatamente el grupo electrógeno porque estaba roto, y por lo tanto las enfermeras tuvieron que ventilar de forma manual a todos los pacientes conectados a la ventilación mecánica.

 

 

Pocos días antes de este temporal se dio media sanción al proyecto de Presupuesto 2021, que vuelve a rebajar las partidas del área de Salud -considerando la inflación. La crisis sanitaria no es culpa del virus, sino del vaciamiento sistemático a la salud pública por parte de todos los que gobernaron la provincia y el país en las últimas décadas.

Por el alerta meteorológico que sigue vigente, se postergó una semana el acto del Partido Obrero. Redoblemos los esfuerzos por organizar una importante presencia de las y los trabajadores de la salud en esa tribuna que tiene por objetivo plantear que existe otra salida a la crisis, una salida en que no sea el pueblo trabajador quien pague la crisis económica con despidos, salarios congelados y casas inundadas. Por una salida obrera y socialista contra este régimen de saqueo.