La provincia de Río Negro alcanzó el 20 de mayo un nuevo pico desde el comienzo de la pandemia: se registraron 733 contagios en un solo día y suman 5.003 los casos activos en una provincia con 688.883 habitantes, una proporción alarmante. El promedio de contagios diarios en los últimos siete días es de 484, duplicando solo en una semana los casos activos. Para colmo, el gobierno provincial no dio ayer, por primera vez en mucho tiempo, el nivel de ocupación de camas UTI (Unidades de Terapia Intensiva).

Hay 1.665 casos en Bariloche, 801 en Cipolletti y 704 en Viedma; Roca tiene 329, Catriel 251, El Bolsón 218, Río Colorado 161, Cinco Saltos 145, Sierra Grande 133, Regina 110 y Allen 105. Es crítica la situación de los sistemas de salud en Cipolletti, Cinco Saltos y Bariloche.

Este cuadro se explica por la política aperturista del gobierno de Arabela Carreras en beneficio de los sectores empresariales, y por el ajuste que viene aplicando en los hechos, que se evidencia en el vaciamiento del sistema de salud de toda la provincia, los salarios de pobreza que cobran sus trabajadores y trabajadoras y la precarización laboral que sufren. Por eso el personal sanitario se encuentra en un plan de lucha desde hace meses, en reclamo de mejores salarios, pase a planta y la Ley de Insalubridad.

La visita de la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, que se reunió está semana con la gobernadora Carreras en Cipolletti, no incluyo anuncio alguno de aumentar el presupuesto del sistema de salud, atender los reclamos de los y las trabajadoras o garantizar la vacunación. Su discurso, de hecho, absuelve a los gobiernos por la crítica situación y responsabiliza a la juventud, que ha sido de los sectores más golpeados por la pandemia. En los sectores de la clase trabajadora declarados esenciales empieza a generalizarse el reclamo por la provisión de vacunas, como ilustran los y las trabajadoras rurales y del empaque: como dicen, “para nosotros no hubo pandemia”.

En este cuadro de crisis sanitaria creciente y con un ajuste en marcha (paritarias a la baja, despidos y suspensiones, tarifazos) los y las trabajadoras tenemos que intervenir. La gobernadora y los intendentes analizan definir nuevas restricciones y medidas, en forma tardía e improvisada como el gobierno nacional y sin asistir a la población trabajadora afectada. Organicemos la lucha por la triplicación del presupuesto del sistema de salud, con salarios que cubran la canasta básica; ningún despido ni suspensiones; subsidio al parado de $40.000; liberación de las patentes, vacunas para todos y todas. Solo los y las trabajadoras podemos dar salida a esta crisis.