Salud

9/9/2020

Santa Fe: el colapso sanitario y la impostura del gobierno

Es necesaria la centralización del sistema de salud y gravar a los grandes capitalistas para financiar el sistema.

Cada día que transcurre se agrava más la crisis sanitaria en la provincia de Santa Fe.

En el día de ayer, se conoció la renuncia de la directora del Hospital de Rafaela, motivada por la crisis que atraviesa el nosocomio de la ciudad. La Asociación de Médicos de la República Argentina (Amra) denunció en un comunicado de prensa que, para una terapia intensiva de 12 camas destinada a Covid-19 en Rafaela, hay solo un médico terapista de guardia. Y desde la gremial estatal ATE denunciaron que no solo falta personal, sino que los insumos son de mala calidad. El coronavirus puso en evidencia el vaciamiento del sistema de salud que se extiende a toda la provincia.

En Venado Tuerto, el hospital está al borde del colapso y hay desesperación. Queda solo una cama de terapia intensiva; el 100% de las camas de la guardia están ocupadas, así como el 75% del total de las camas de las salas del hospital. En breve no tendrán dónde internar pacientes, y advierten que empezarán a poner a los pacientes en los pasillos o directamente a rechazar su tratamiento.

En la ciudad de Rosario la curva se disparó: la mitad de los contagios acumulados desde que comenzó la pandemia tuvo lugar en la última semana. Los mismos se duplican cada 10 días y el 50% de los hisopados arroja positivo. “Desde el gobierno provincial señalaron que en el sector público de Rosario quedan solamente 18 camas libres de terapia intensiva” (La Nación, 7/8). En este marco, el Ejecutivo anunció que desde ahora serán considerados Covid-19 positivo todos los contactos estrechos de un confirmado por testeo, dando cuenta que el Plan Detectar del gobernador Omar Perotti y el intendente Pablo Javkin se asienta en una gran nube especulativa, porque no hay hisopados masivos, ni siquiera entre el personal de salud.

La crisis sanitaria, que tiene epicentro en Rosario por la cantidad de casos, se extiende rápidamente a distintas localidades que con suerte cuentan con un hospital. Afectando en particular la zona sur, que concentra la industria agroexportadora, que no paró de trabajar un minuto durante la pandemia.

La impostura de Javkin y Perotti

Como ya hemos denunciado, la multiplicación de casos en Santa Fe, pero en especial en Rosario y en el sur provincial, se produjo  como resultado de una apertura económica desenfrenada. Alberto Fernández, Perotti y Javkin habilitaron todas las grandes industrias y empresas de la provincia para que continuaran con su producción, sin respetar protocolo algunos y exponiendo a miles de familias obreras.

Ahora, el sistema de salud de la provincia de Santa Fe se asoma al precipicio. La evidente falta de camas, equipos, insumos y personal revela dos grandes mentiras de los dos últimos gobiernos provinciales: que el ex gobierno provincial del Frente Progresista montó un sistema de salud sólido a nivel provincial y particularmente en Rosario; y que en estos 6 meses Perotti “invirtió” y “preparó” al sistema de salud para cuando la pandemia golpease verdaderamente.

El sistema de salud padece una crisis que la pandemia expone con toda crudeza. El escaso presupuesto destinado, tanto por el ex gobierno del Frente Progresista como por el actual del Frente de Todos, provocó un vaciamiento que se manifiesta en la falta de insumos y personal, en trabajadores flexibilizados y superexplotados.

La falta de médicos, terapistas, enfermeros y auxiliares se traduce en una situación de agotamiento y estrés de los trabajadores de la salud que están en la primera línea del combate a la pandemia. Son los mismos trabajadores a los cuales el gobierno provincial niega las actualizaciones paritarias, reemplazándolas por sumas fijas de miseria. En muchos casos, cobran salarios por debajo de la línea de pobreza ($45.000).

Perotti tuvo seis meses para actuar, cuando la pandemia todavía no había ingresado con fuerza en la provincia. Sin embargo, con las primeras semanas de aumentos de casos, el sistema de salud ya está al borde del colapso. La publicitada y famosa “duplicación de camas” que agitó Perotti en los medios de comunicación, reveló ser una farsa. Siguen escaseando las camas de terapia intensiva, faltan respiradores y multiparamétricos.

“La responsabilidad es de la gente”

Perotti imitó la política de Alberto Fernández, responsabilizando a la población por el crecimiento de los contagios. Según el gobernador, las reuniones sociales y un relajamiento en los cuidados individuales son la causa de que Santa Fe alcance hoy cifras de contagio similares a las de Ciudad de Buenos Aires.

Echando culpa a la población, el gobernador pretende ocultar que la inmensa mayoría de los contagios se producen en los lugares de trabajo, que fueron reabiertos prematuramente en forma indiscriminada con la ausencia e incumplimiento de protocolos sanitarios. Trabajadores que tuvieron contacto con personas con síntomas de Covid-19 son intimados por las patronales a continuar con sus tareas laborales. Ayer se conocieron 21 casos en la fábrica La Virginia, a lo que se suman innumerables casos en Acindar, Tenaris y las aceiteras del cordón industrial, solo para poner algunos ejemplos. A nivel nacional, como denunciamos desde Prensa Obrera, se calcula que casi el 50% de los contagios en el país se produjeron en lugares de trabajo.

El “retroceso de fase” decretado la última semana en Santa Fe no implica más que imponer algunas restricciones a los comercios, al rubro gastronómico y reuniones sociales. Estas medidas no van a tener un resultado relevante, en la medida en que la industrias siguen produciendo sin respetar los protocolos, ya que eso representa una mayor inversión para los capitalistas y una caída de sus ganancias. Lo que sí provocaron las nuevas medidas restrictivas anunciadas por Perotti y Javkin fue la sublevación de los comerciantes, contra un gobernador cuya imagen de popularidad se deteriora a pasos acelerados.

Un programa para enfrentar la pandemia

Para enfrentar la pandemia y los momentos duros que se aproximan, es necesario tomar medidas de fondo para proteger la salud de la población. En primer lugar, la centralización del sistema de salud (público, privado y de obras sociales) en un comando único bajo la dirección de los propios trabajadores de la salud, para tener a disposición todos los recursos existentes. El ministerio de Salud de Santa Fe,  demostró ser un botín de caza de las grandes empresas de la medicina privada. No puede quedar en manos de ellos la distribución de los recursos existentes.

Pasa a ser un aspecto vital para defender la vida y la salud, la conformación de comités de trabajadores en cada fábrica, empresa y lugar de trabajo, que delibere, resuelva en asamblea y controle la aplicación de protocolos de seguridad e higiene, con poder de veto y de parar la producción frente al incumplimiento por parte de las patronales.

Frente al derrumbe presupuestario en salud, se tienen que gravar con un impuesto las grandes industrias y al gran capital agrario que actúa en Santa Fe, para financiar el sistema sanitario y garantizar las camas necesarias de forma urgente. El gobierno rosarino del Frente Progresista, por el contrario, le viene regalando el cobro del Drei (impuesto municipal a las empresas vigente en Santa Fe) a empresas multimillonarias como Terminal Puerto Rosario, concesionada al pulpo estafador Vicentin.

Por salarios que cubran el costo de la canasta familiar para todos los trabajadores, hoy arriba de los 70 mil pesos. Ningún trabajador esencial (salud, transporte, educación, alimentación, etc.) por debajo de la línea de pobreza. Salario universal de emergencia de 30 mil pesos para las y los desocupados. Reconversión de las industrias para fabricar los insumos necesarios para la atención de la pandemia, así como los alimentos necesarios para el consumo popular. Impuesto progresivo a las grandes riquezas, rentas y a los capitalistas para financiar todas las necesidades obreras y populares. Centralización del sistema de salud.