Sindicales

11/5/2021

Wilde

Algodonera Aconcagua: los trabajadores van al frente contra la precarización laboral

Por el inmediato cambio de convenio, reconocimiento de las horas extra, aumento salarial y un protocolo obrero contra el Covid-19.

Durante toda la semana pasada, trabajadores y trabajadoras de la Algodonera Aconcagua, situada en la localidad de Wilde, han llevado adelante un proceso de organización autoconvocada que fue creciendo para enfrentar la precarización de la patronal. Para comenzar, hay que destacar que detrás del nombre “Aconcagua” se esconde un verdadero grupo multinacional (Grupo Familia) de capitales colombianos, pero que a su vez trabaja en sociedad con otra gran empresa de higiene de capitales suecos, y que opera en todo el cono sur de América y el Caribe. El Grupo Familia viene obteniendo ganancias millonarias (reportó un crecimiento de 6,4% durante el tercer trimestre de 2020, con $2.068.798 millones recaudados) aún durante la pandemia. Esto se explica en parte con que el grupo jamás detuvo la producción por tratarse de un rubro esencial, lo que se tradujo en la planta local de Aconcagua en nulas medidas de protocolo para enfrentar el Covid-19 y una fuerte sobreexplotación de sus trabajadores, como lo hemos expuesto con anterioridad en Prensa Obrera.

Es en este contexto, y ante la inacción del sindicato Textil, fue que los trabajadores comenzaron a discutir medidas por abajo, lo que desencadenó, en primer lugar, la desafiliación masiva del gremio para sumarse al convenio de Plásticos. Esto porque, básicamente, la producción realizada en la planta tiene una mayoría de compuestos plásticos. El de los Plásticos se trata de un convenio más favorable para los trabajadores: es por esto que la patronal no solo no aceptó el cambio, sino que impidió que los representantes del gremio ingresen siquiera a la planta. Asimismo, venían reclamando el respeto de las horas de fin de semana como horas extra, algo que la patronal viola por completo, aún cuando el viejo convenio textil así lo dictaba. De esta forma se fue configurando el panorama para realizar una asamblea de base el día lunes 3, impulsando una acción directa, con corte de la Avenida Crisólogo Larralde frente a las puertas de la Algodonera. La acción llamó la atención de todos los vecinos, que salieron en apoyo, pero también de la Policía Bonaerense, que llevó adelante un hostigamiento permanente hacia los trabajadores. Incluso, frente a los aprietes legales y policiales, los trabajadores liberaron medio carril de Larralde como pedía la fiscalía con el propósito de entablar un diálogo, pero no obtuvieron respuestas satisfactorias. Por la noche, levantaron un acampe en los portones de la fábrica para así ser oídos. De inmediato comenzaron a llegar los telegramas intimidatorios a las casas de los y las trabajadoras, a quienes instaban “desistir de las acciones ilegales”. Sobre esto comentaba uno de los trabajadores M., en diálogo con Prensa Obrera, “la carta documento que nos envían está firmada por un gerente que sabemos que ya no se encuentra trabajando en la empresa”. Luego de este apriete, el martes por la noche se presentó nuevamente la policía de Berni, en actitud de prepotencia, amenazando a los trabajadores por estar “violando el DNU presidencial”, cuando todos los trabajadores contaban con su permiso de circulación, e incluso estaban en cumplimiento del protocolo sanitario.

Con toda la presión del accionar policial, como las amenazas de arresto, y del poder judicial, los trabajadores se reunieron el miércoles 5 en la sede de Avellaneda del Ministerio de Trabajo, para una audiencia con las autoridades del Ministerio y la patronal. En esta reunión se decidió firmar la conciliación voluntaria y levantar el acampe; sin embargo, los trabajadores decidieron por unanimidad que si la patronal no cumple con las exigencias del reconocimiento de la afiliación al sindicato Plástico y el pago íntegro de las horas de fin de semana, el dia miercoles 12 volverán a la lucha.

El método de organización que desarrollaron los trabajadores de Aconcagua nos marca un camino a seguir. Su lucha desnuda la política de pacto social de todas las burocracias, tanto de textiles como de plásticos y desenmascara al gobierno de la Provincia de Axel Kicillof, cuya única respuesta al conflicto fue enviar a la policía bonaerense comandada por Sergio Berni a amedrentar. La unidad de los trabajadores dentro de la planta, sin embargo, está más fuerte que nunca.

Pase a convenio de plásticos de todos los y las trabajadores/as. Reconocimiento de las horas del fin de semana. Salario igual a la canasta familiar. Por medidas reales de seguridad e higiene y un protocolo contra el Covid-19 bajo control de un comité de trabajadores electos. Basta de hostigamiento y persecución policial a quienes luchan: fuera Berni.

Que viva la lucha de los y las trabajadoras de Algodonera Aconcagua.