Se ha desatado una rebelión obrera en el frigorífico ArreBeef, en la localidad Pérez Millán, en el distrito de Ramallo. Desde el 26 de febrero, los 1.000 trabajadores iniciaron una ocupación del frigorífico en reclamo de aumento salarial y exigiendo la renuncia de la comisión directiva del sindicato de la carne de la seccional Ramallo, encabezada por Luis Pérez. Sucede que la patronal de ArreBeef le paga a los trabajadores salarios de 15 mil pesos la quincena, menos de la mitad de lo establecido en el convenio.

Semejante atropello se realiza con la complicidad de la dirección del sindicato seccional, que fragua los informes girados al fisco, haciendo figurar el pago de salarios según lo establecido por convenio, y se reparte con la patronal la importante diferencia salarial que le roban a los trabajadores. Junto con esto, los trabajadores denuncian un maltrato generalizado de la patronal hacia ellos, y en particular contra los contratados y contra las mujeres, que en muchos casos son víctimas de acosos. La escandalosa confiscación salarial y los atropellos patronales se magnifican si se tiene en cuenta que ArreBeef exporta más del 90% de lo que produce.

La contraofensiva de la patronal, ante la importante reacción obrera, fue declarar un lock-out, chantajeando a los trabajadores con el cierre del frigorífico en tanto no cesen con la medida de fuerza. Además de la colaboración brindada por la dirección del sindicato, la patronal cuenta también con el apoyo del Ministerio de Trabajo, que declaró la conciliación obligatoria. Frente a esto, sumado a las amenazas de la empresa de iniciar acciones legales, los trabajadores decidieron salir del predio, pero manteniendo el paro y bloqueando todos los accesos y portones del frigorífico. Ante la falta de representatividad de la burocracia de Pérez y el rechazo de la patronal de negociar con los representantes electos en asamblea por los trabajadores en lucha, la Federación de la Carne, liderada por José “Beto” Fantini, tomó la posta en la negociación. Por consejo de la Federación, el lunes 8 ingresó a trabajar el sector de cuarteo, dando un gesto a la patronal. Sin embargo, por el momento, no está claro cuál será el nuevo salario de los trabajadores ni si se les pagará lo que se les adeuda por la confiscación perpetrada en los últimos años.

Por su parte, los trabajadores se mantienen firmes en el acampe en la puerta del frigorífico, hasta que arreglen sus salarios y hasta que se vaya Pérez del sindicato.