El día domingo se dio a conocer una solicitada que pide la libertad de Amado Boudou y “los presos políticos” del kirchnerismo. Esta declaración, que cuenta con múltiples firmas de expresidentes, diferentes personalidades públicas y representantes sindicales, lleva además la firma de la seccional Capital de ATE.

Que aparezca la firma de ATE en una declaración de este tipo es una demostración de la integración hasta la médula al kirchnerismo de la dirección de uno de los principales sindicatos del país. Además, es una grave usurpación de la seccional, dado que la firma fue totalmente inconsulta, no fue votada por ningún estatal en asamblea ni plenario.

El alineamiento con el kirchnerismo que integra el gobierno es un apoyo directo del sindicato a la patronal. Se produce en momentos donde se acaba de sellar (con acuerdo de UPCN y ATE) una paritaria al servicio del FMI, con un miserable del 17% cuando la inflación ronda más del 40%. Mientras firma esta declaración hizo silencio ante la reciente reforma jubilatoria que una vez más va en contra de los jubilados.

La aparición del sello de ATE Capital en esta declaración, coloca al sindicato en una disputa entre sectores de la burguesía, que no temen juntarse para perseguir políticamente a los trabajadores que luchan todos los días. El burdo intento de presentar la decisión de la justicia, que revoca la prisión domiciliaria de Boudou como una “venganza por la estatización de las AFJP”, es una referencia antojadiza y apunta solamente a darle un cariz popular de perseguido político a un personaje que viene del partido derechista UCD. Boudou está preso por armar una estafa para quedarse con Ciccone a través de un testaferro, no por defender las jubilaciones.

ATE Capital se olvida que Boudou como ministro de Economía y vicepresidente dejó cientos de compañeros precarizados, una realidad que luego el macrismo explotó para dejarlos en la calle con despidos masivos. La solidaridad de ATE capital con Boudou coloca al sindicato en favor de rescatar un político patronal y anti obrero, preso por corrupción.

Los verdaderos presos políticos con los que hay que solidarizarse, no son los exfuncionarios kirchneristas. Los verdaderos presos políticos son los compañeros como Sebastián Romero, que cumple prisión domicialiaria o como Cesar Arakaki y Daniel Ruiz que están siendo juzgados por combatir la reforma jubilatoria de Macri. La lucha por su absolución debe ir de la mano de enfrentar la actual reforma que profundiza el ataque a las jubilaciones.

Los trabajadores estatales debemos debatir esto al interior de nuestros lugares de trabajo. La defensa de un sindicato independiente de las patronales y del gobierno, donde se promueva la deliberación con democracia sindical y asambleas periódicas es el método que defendemos desde Tribuna Estatal. En momento donde se profundiza la crisis económica y sanitaria, necesitamos las herramientas sindicales al servicio de los trabajadores y no del partido de gobierno.