Sindicales
27/4/2025
ADIUC
Avanza la oposición entre la docencia de la Universidad de Córdoba y crece el mandato de lucha
Con el 23,55% de los votos, la lista combativa Roja y Negra duplicó su representación en la Junta Ejecutiva de Adiuc.

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Suma vocales para luchar por salario y condiciones laborales.
El pasado 22 de abril se realizaron elecciones en Adiuc, gremio de docentes e investigadores de la Universidad Nacional de Córdoba, para renovar la Junta Ejecutiva, la Comisión Revisora de Cuentas y los congresales a Conadu. Con la participación de 1.313 afiliades, que representan un 58% del padrón, la Lista Naranja (el oficialismo) se impuso con el 75,30% de los votos, mientras que la opositora lista Roja y Negra alcanzó el 23,55%. Con este resultado la oposición conquistó dos vocalías titulares y duplicó así su presencia en la Junta Ejecutiva, donde hasta el momento el Frente de Docentes en Lucha contaba con una sola vocalía.
Luego de finalizada la elección, en una maniobra carente de toda fundamentación lógica y de respeto a la democracia sindical, la Junta Electoral pretendió de manera insólita que las vocalías suplentes de la lista RyN sean asignadas a la lista Naranja. Esto llevaría a que frente a cualquier inconveniente de los vocales titulares de la RyN se desconozca la representación otorgada por los votantes, ya que en lugar de ser reemplazados sus suplentes la representación pasaría a ser ejercida de manera ilegal e ilegítima por el oficialismo. La lista Roja y Negra dejó sentado su rechazo y la impugnación ante el Ministerio de Trabajo y la vía Judicial.
Las elecciones se realizaron en el marco del paro nacional docente de 24 horas del 23 de abril de Conadu, y de 48 horas los días 23 y 24 convocado por Conadu Histórica -este último se cumplió firmemente en el colegio preuniversitario Manuel Belgrano, conforme a lo resuelto en la asamblea de docentes por reclamos salariales.
En un escenario signado por el reclamo salarial, la elección evidenció un crecimiento significativo en la participación docente, reflejo del creciente estado de deliberación que atraviesa a las unidades académicas. En este contexto tanto la conformación de la lista Roja y Negra como los resultados obtenidos expresan en parte la rebelión universitaria que protagonizamos en 2024 frente a las embestidas del gobierno de Milei y el ajuste impulsado por los rectores.
El proceso de movilización iniciado el año pasado marcó una hoja de ruta en un escenario de profundización del ajuste salarial, presupuestario y laboral; llevó a la docencia cordobesa a impulsar el no inicio del segundo cuatrimestre, la no toma de exámenes y a protagonizar junto a la asamblea interfacultades una tercera marcha multitudinaria en octubre, justo cuando el Frente Sindical decidía levantar la tercera marcha federal.
En plena campaña electoral, la combativa asamblea de docentes preuniversitaries del Manuel Belgrano logró reabrir la paritaria local, retomando la lucha por la titularización de interinos y otros reclamos históricos de la escuela.
Lejos de impulsar estos procesos de movilización y lucha que surgen desde las unidades académicas y lugares de trabajo, de extenderlo y unificarlos, la conducción Naranja de Adiuc funciona como un obstáculo para los mismos. Sus vínculos con el Rectorado y las autoridades universitarias, su subordinación a las conducciones burocráticas de Conadu y el Frente Sindical, la neutralizan frente a la necesidad de organización de la docencia. Esta política de contención, que en 2024 llevó a la rebelión docente a medidas dispersas, aisladas y sin continuidad, generó críticas entre amplios sectores de la docencia, que buscaron ser contrarrestadas con un enorme despliegue de aparato en estas elecciones.
La lista Roja y Negra logró canalizar parte de ese descontento en su propia conformación, con resultados destacados en unidades organizadas como Manuel Belgrano, Sociales/Comunicación, Artes, Famaf y Químicas. A partir de una campaña basada en la militancia de base con reuniones, asambleas y recorridas por distintas dependencias de la UNC, se consolidó como una herramienta de articulación del activismo docente.
El ajuste recargado que plantea el nuevo acuerdo con el FMI coloca, como única salida posible para defender el presente y el futuro de la universidad pública y sus trabajadores y estudiantes, retomar el camino de la lucha.
Para recuperar el poder adquisitivo de noviembre de 2023 se requiere un incremento salarial del 40%. El 75% de la docencia universitaria trabaja con dedicaciones simples y percibe salarios por debajo de la línea de pobreza. Esta situación inadmisible ya está provocando deserción docente y el vaciamiento de la universidad pública.
La tarea que se abre para el activismo universitario, preuniversitario y para les delegades independientes es fortalecer la organización en cada unidad académica para construir un pliego único de reclamos, impulsar la paritaria local y coordinar un plan de lucha progresivo, articulado con estudiantes, no docentes y otros sectores en lucha. Solo así podremos enfrentar y derrotar el ajuste salarial y presupuestario de Milei y los rectores.
El avance logrado por la lista Roja y Negra debe ponerse al servicio de este horizonte: fortalecer la lucha por el salario y las condiciones laborales desde las vocalías conquistadas y desde la organización cotidiana de la docencia universitaria.

