Sindicales
4/7/2025
Balance de la huelga judicial en Córdoba
Autoconvocados superaron a la burocracia y lograron un primer triunfo.
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Judiciales Córdoba
Los trabajadores judiciales de Córdoba vienen de obtener un aumento salarial del 4,16% para todas las categorías, que se cobrará con los salarios de julio, lo que se sumará a los aumentos dispuestos por Javier Milei para la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN). Esto como parte de una “equiparación en etapas”.
Aunque las cifras implican una ruptura del techo salarial que la patronal (con el concurso de la burocracia sindical) quería imponer, hay que decir que los salarios quedan expuestos a la política antisalarial de Milei. Esta contradicción se presentó en la asamblea donde hubo una mayoría de los más de 600 mandatos que votaron a favor, pero el activismo autoconvocado no votó a favor.
Con el acuerdo alcanzado, los aumentos dispuestos fueron: Auxiliares 8,80%, Escribientes 10%, Escribiente mayor 13,50%, Oficial 15%, Oficial mayor: 15%, Jefe despacho mayor 15,25%. Los incrementos se pagarán en cuatro etapas, y endos para la categoría de auxiliar, en un periodo de tres años para las categorías superiores y de un año para los auxiliares. Los plazos no están expresados en el acuerdo. Serán montos no remunerativos, que recién al mes 13 se incorporarán al básico. La propuesta de la patronal es la mitad de lo que solicitaron los trabajadores en su proyecto de equiparación escalonada, y además con plazos de tres años.
El aumento otorgado se arrancó con la lucha, en la que la burocracia sindical de Cortelletti fue maniobrando para contener una rebelión del colectivo de trabajadores judiciales que se levantaron frente a la patronal y una conducción sindical peronista que colaboró con mantener a una gran parte del colectivo de trabajadores bajo la línea de pobreza.
En el inicio de la pelea salarial fue determinante la acción directa de la autoconvocatoria, que protagonizó la ocupación del Salón de los Pasos Perdidos. Así las cosas, los judiciales arrancaron paro, plan de lucha, y asambleas extraordinarias por la recomposición salarial. La clave fue la acción desde abajo y con una lucha de dos meses, con más de 14 paros, asambleas y movilizaciones.
Además, desde la autoconvocatoria se impulsó la unidad de judiciales con la docencia y trabajadores de la salud. En ese sentido hubo una movilización hacia la sede de la obra social Apross, y participación del plenario de trabajadores y la juventud, para reforzar las luchas por los reclamos obreros y populares. Esta acción de frente único de trabajadores es el método a seguir para desenvolver una acción independiente de la clase obrera.
De esa manera podemos superar a la burocracia que se opone a la unidad de las luchas. En todo el transcurso de la pelea por aumento salarial de los estatales de Córdoba no hubo un plan de acción común de parte de las conducciones de las centrales sindicales de las CGTs y de las CTAs, ni siquiera en el frente estatal provincial, donde se reclama a la misma patronal por los mismos puntos: salario, Apross, Caja de Jubilaciones.
La traición de la burocracia de Cortelletti tiene explicación en su adicción al gobierno de Martín Llaryora. El papel de la CGT también hunde sus raíces en la misma base. Todo lo señalado contrasta con el papel de UPEC Capital y el resto de los gremios combativos que siguen en pie de lucha contra el ajuste de quienes gobiernan.
Cabe recordar que Llaryora, a través del Tribunal Superior de Justicia de Córdoba (TSJ,), quiso “prohibir” protestas de judiciales, dando cuenta de su política represiva que comparte con el presidente facho "libertario". Bien visto, el cordobesismo controla el TSJ, y además, es un activo colaborador con el régimen de Milei.
Las conclusiones y tareas
La lucha por la recomposición salarial tiene un punto de continuidad en reclamos muy sentidos, como el de la crítica situación de la obra social, el ajuste previsional y la Caja de Jubilaciones. Para dar estas batallas es necesario continuar con una intervención independiente.
En esa perspectiva es necesario impulsar una unidad de los luchadores en un frente único que tiene que desarrollarse para garantizar los reclamos pendientes, entre ellos la tarea de recuperar el sindicato al servicio de la lucha y los derechos de todos los trabajadores judiciales.
En ese camino es clave que los autoconvocados se organicen como agrupación. Sin dudas que el plan de lucha votado en el plenario de trabajadores realizado en Luz y Fuerza es un punto de apoyo para la continuidad de la lucha y la organización. Otra oportunidad también radica en la elección de delegados este año en el gremio.
Mediante el desarrollo de una organización y un plan de lucha, en unidad con los luchadores es posible superar a la burocracia adicta al poder. Adelante.

