Sindicales

16/3/2022|1640

UOM: ELECCIONES Y PARITARIA

Caló pactó un salario promedio por debajo de la pobreza

Un nuevo golpe a una de las escalas más degradadas de la industria

Luego de varios “cuartos intermedios” cerró la paritaria metalúrgica: tres cuotas -18% en abril, 15% en julio y 12% en octubre- que suman un 45% de punta a punta, con una revisión en noviembre.

El acuerdo, presentado como un triunfo, constituye un nuevo golpe a una de las escalas más degradadas de la industria.

El llamado Ingreso Mínimo Global de Referencia, una suerte de “piso” que en los hechos representa algo muy cercano al ingreso promedio, pasa en abril a 77.984 pesos, menos los descuentos de ley. Exactamente la mitad de la canasta familiar, inferior a la línea de pobreza.

Tras el índice de febrero, la marcha de la inflación 2022 es del 65%, se aprecia así el golpe brutal al salario metalúrgico.

La paritaria fue uno de los temas abordados en el “almuerzo de amigos” que mantuvo Antonio Caló con el presidente Fernández en la Casa Rosada.

Caló canjeó el apoyo presidencial a su reelección por la aceptación de la pauta Guzmán-FMI.

Las elecciones dejan tela para cortar

Las listas promovidas por Caló se impusieron en la mayoría de las 54 seccionales y, por lo tanto, el congreso de delegados que sesionará el 22 de marzo no tendrá problemas para renovar el mandato de la actual burocracia. Sin embargo, el proceso electoral estuvo sacudido por crisis de todo tipo.

El descontento con la conducción se expresó de manera distorsionada en las listas de oposición en once seccionales.

Esas listas, salvo la que se presentó en Villa Constitución, que agrupó a elementos combativos y sectores K (derrotada por la burocracia), se constituyeron en torno de rupturas del aparato. En Chubut, una lista que no llegó a presentarse alumbró una agrupación combativa con base en Aluar.

En Avellaneda, Daniel Daporta (un crítico de Caló) retuvo su cargo superando a la lista de su tesorero, Felipe Anriquez. En Morón, Sergio Souto (otro critico de Caló) enfrentó a su adjunto Rubén Andrada. La lista de Souto no fue oficializada, lo que motivó la suspensión judicial de la elección y la amenaza de formar un nuevo sindicato.

En Quilmes se produjo la mayor novedad (para muchos, previsible) con la caída del “Barba” Gutiérrez, luego de 38 años de “reinado”. El quiebre de esa directiva se produjo luego de la aventura electoral del “Barba” con el flexibilizador Randazzo en 2017. En su lugar asume el kirchnerista Adrián Pérez, extesorero de la seccional, patrocinado por la intendenta Mayra Mendoza. Para demostrar que no hay vencedores ni vencidos, Mendoza ofreció al “Barba” la vicepresidencia del PJ local.

En gran parte de las seccionales lograron la reelección los viejos caciques.

El récord de permanencia lo detenta Naldo Brunelli, que encabeza la UOM de San Nicolás desde 1973. El entregador de Somisa va por su duodécimo mandato.

Más allá de algunas críticas superficiales al deterioro salarial o a la necesidad de una “renovación generacional”, los viejos y los nuevos se alinean detrás del apoyo al gobierno peronista. La elección se ha dado en el marco de despidos de activistas en Acoplados Salto, en Gri Calviño, en Guidi y ahora de 80 contratados en Siam.

El antagonismo entre los intereses del aparato de la burocracia y la base metalúrgica se profundizará sin dudas en la etapa que viene, signada enteramente por los efectos del pacto colonial con el FMI. Además de su “acompañamiento” a las paritarias a la baja, Caló ya manifestó su acuerdo con la extensión de la edad jubilatoria y la “modernización” del convenio colectivo.

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