Sindicales

4/3/2022

Paritaria metalúrgica: debaten cuánto caerá el salario real de espaldas a los trabajadores

Burocracia y patronales buscan un acuerdo “a la baja” respetando el libreto del gobierno y el FMI.

Imagen: InfoGremiales.

Las negociaciones entre Caló y las cámaras patronales ponen de manifiesto que ambos acuerdan en dejar el salario metalúrgico por debajo de la inflación proyectada.

Caló estaba ansioso por “presentar” un acuerdo del 40% con revisión en octubre antes del 8 de marzo, cuando tendrán lugar las elecciones nacionales de la UOM y de las seccionales.

El nivel de entrega de esta burocracia no encuentra límites, cuando el salario inicial metalúrgico ronda los $60.000 y las principales categorías del escalafón, incluyendo la de oficial, están por debajo de la canasta de pobreza, que está en $78.600. Ni hablemos de la canasta familiar que está casi en $130.00.

Al mismo tiempo que Caló negocia un 40% en cuotas, cifra que no cuenta con ninguna clase de mandato ni deliberación de los trabajadores, trasciende que el propio gobierno nacional reconoce en el pacto con el FMI que la inflación será de hasta un 48%, y las estimaciones privadas hablan de entre un 55 y 60%.

Por su parte, las cámaras patronales rechazan aquel porcentaje del 40% en cuotas (20% abril, 10% junio, 10% octubre). Es decir que entre las “pretensiones” de la burocracia sindical metalúrgica y las de las cámaras patronales se está “debatiendo” el monto de la rebaja de los salarios reales metalúrgicos.

Esta paritaria es la primera de peso, dentro del sector privado, que se está discutiendo en el país y será de algún modo una pauta para el resto de las negociaciones que vengan; la entregada que prepara Caló es un aporte al pacto entre el gobierno y el FMI para que el ajuste golpee al conjunto de los salarios.

Un gremio que cruje por lo bajo

Las luchas y los despidos que hay en las plantas metalúrgicas no están presentes en la mesa de negociación paritaria. Los metalúrgicos de GRI Calviño pelean contra un lock out, 41 despidos y una reforma laboral localizada, y los despidos antisindicales se suceden en varias plantas como Guidi y Acoplados Salto.

El derrumbe salarial y de condiciones de trabajo en las metalúrgicas es el caldo de cultivo para una fuerte bronca por abajo. Ese descontento intenta ser canalizado al interior de la burocracia con fracciones y desprendimientos que presentan listas separadas para las elecciones del 8 de marzo.

Así sucede en la seccional Avellaneda, donde las dos listas, encabezadas por Daporta y Anriquez (miembros de la actual comisión directiva), han entregado luchas y facilitado despidos, como en SIAM, Siderar Canning, Guidi, y contando. Del mismo modo se presentan dos listas en la seccional Quilmes, con el Barba Gutiérrez que juega a la derrota del conflicto de GRI Calviño y la de Adrián Pérez, que ni apareció en esta lucha que lleva varios meses. Nada nuevo bajo el sol, nada tienen para ofrecer a los trabajadores metalúrgicos.

La lucha por la defensa del salario metalúrgico tiene que crecer desde las bases del gremio, y apoyándose en los delegados honestos, impulsando asambleas en cada lugar de trabajo que rechacen cualquier acuerdo salarial que firme Caló sin mandato de base.

La pauta salarial la tienen que discutir las asambleas y un congreso de delegados con mandato, del mismo modo que resolver un plan de acción, donde también se incluyan todos los reclamos partiendo de la defensa de los puestos de trabajo y el apoyo concreto a las luchas actuales.

La próxima movilización del sindicalismo combativo para el día que se trate el pacto con el FMI en el Congreso de la Nación será una primera acción en defensa del salario y por paritarias libres que tendrán continuidad. Estas iniciativas se discutirán e impulsarán este sábado 5 de marzo en el plenario del sindicalismo combativo, desde las 14 horas en Unione e Benevolenza.