El 3 de agosto, en Rawson se concretó la reunión por la paritaria salarial, para discutir los últimos importes por el tercer trimestre anual. Con salarios por debajo de la línea de la pobreza, que no llegan a cubrir la canasta básica patagónica, la docencia de Chubut realizó un paro por 48 horas con una fuerte adhesión en toda la provincia.
Los trabajadores de la educación de Chubut pararon por segunda semana consecutiva, para combatir los salarios de pobreza, licuados por la inflación actual y el congelamiento salarial de dos años, que ofrece Mariano Arcioni para el sector. El flamante ministro Grazzini, un aliado estratégico de Arcioni, garantiza las paritarias a la baja, en un guiño al gobierno nacional de Fernández y el acuerdo con el FMI.

La oferta presentada es una continuidad de lo ya ofertado anteriormente: un 15% como tope paritario salarial (algo ya firmado por el resto de las burocracias sindicales). Grazzini presentó dos ofertas: un bono de $ 13.000, remunerativo, por agente y por única vez –que con los descuentos, su valor cae un 40% aproximadamente), o un aumento del 10% al básico testigo (hoy en $40.238,57, gracias al 5% de aumento en julio). Sin embargo, la canasta básica para Patagonia está en $166.120. Es decir, la docencia se encuentra por debajo de la línea de la pobreza.

No hubo acuerdo del arco gremial docente, y el ministro anunció que igualmente se cargará por decreto el 10% de aumento, dando así por finalizada la negociación paritaria para el tercer trimestre, llegando -de una forma u otra- al 15% ofrecido desde mayo, y habilitando en septiembre las reuniones para el cuarto trimestre anual. La docencia no logra recuperar su pérdida de poder adquisitivo por los dos años de congelamiento salarial; un salario que en su gran mayoría está compuesto por ítems que se desprenden del básico testigo y que no son remunerativas; por lo que el detrimento salarial también afecta al sector de los trabajadores pasivos de la educación, con jubilaciones de miseria.

En contra de la criminalización de la protesta social

El juicio y la condena a Santiago Goodman ha sido una muestra del alineamiento nacional que presenta Mariano Arcioni, es un intento de aleccionar a todo el conjunto de trabajadores,. El paro en contra de la criminalización de la protesta social, por la absolución de Goodman ha tenido un fuerte acatamiento en la provincia, con movilizaciones en las principales ciudades.

Se estima que el jueves 11 será la lectura de la condena, y Atech ya anticipó que ese día habrá un paro provincial con movilización a Rawson. Sin embargo, la Ctera Celeste tuvo que adaptarse precipitadamente a los cambios: la jornada de lucha anunciada para el 10 ahora es una jornada de paro nacional. Este paro nacional de Ctera es el primero en lo que va del gobierno de Fernández, aún cuando en estos años ha habido represiones, falta de pagos de salario y escuelas con problemas de monóxido de carbono, incluso con la muerte de trabajadores de la educación a causa del Covid-19.

Vamos por un gran paro nacional, tanto de la Ctera como de todas las centrales sindicales en la provincia. Este fallo aleccionador sienta un nefasto precedente para el movimiento de lucha. ¡Luchar no es delito! ¡No a la criminalización de la protesta social! Vamos por un salario docente que cubra la canasta básica patagónica, con cláusula gatillo mensual por IPC Patagonia indexada automáticamente ¡Ningún docente por debajo de la línea de la pobreza!