Sindicales

10/9/2024

Cicop: una reforma de estatuto para cerrar filas con Kicillof

Cicop.

El pasado viernes 23 de agosto se llevó a cabo un congreso de Cicop verdaderamente plagado de irregularidades, en el cual la dirección del sindicato, liderado por sectores alineados al kirchnerismo (PCR y Patria Grande), buscó la aprobación de una reforma del estatuto del sindicato. En contraposición a muchos sindicatos tradicionales, por su historia y formación, el estatuto de Cicop contemplaba un modelo sindical con cierta pluralidad, incluyendo la elección de autoridades para el Consejo Directivo Provincial (CDP) y para seccionales mediante sistema D’hondt, con representación proporcional y sin piso porcentual (sin base), entre otros puntos positivos.

Desde el comienzo, incluso desde su convocatoria, el congreso presentó graves irregularidades: diferencias importantes entre los padrones de congresales del año pasado al corriente, delegados congresales por seccionales que no convocaron siquiera una asamblea para elegirlos y acreditaciones fuera de horario. Al momento de tratar la reforma de estatuto se agravó la situación debido al planteo de votar sin debate previo, con voto a mano alzada, realizando un conteo sumamente precario directamente en la calle fuera de la sede debido a un oportuno corte de luz, sin sonido adecuado y sin certezas de las mociones que se estaban tratando. Toda esta situación escandalosa terminó por desmadrar el congreso, con un importante sector de delegados que se retiraron para no avalar las maniobras de la dirección.

Reforma del estatuto ¿para qué?

La búsqueda de una reforma del estatuto en estos momentos críticos para lxs trabajadores persigue un fin que es completamente ajeno a la base del sindicato. No solo no fue precedida por un amplio debate en todas las seccionales, sino que no existe un interés real por parte de los afiliados en reformar la estructura de Cicop. Los debates entre lxs trabajadores tienen que ver con el pluriempleo, producto de salarios miserables; con que en el ingreso al escalafón no cubre la canasta familiar; con las pésimas condiciones laborales y de infraestructura; con la falta de insumos y de tecnología médica; con el burnout y la violencia laboral, entre muchos otros temas de primer orden.

Estos debates corren paralelos a los intereses del sindicato, del cual fuimos observando en los últimos años una mayor adhesión a las políticas del gobernador Kicillof y el ministro de Salud Kreplak. En este sentido, las últimas paritarias aprobadas, la última con un aumento del 4,5% en agosto y un 4% en septiembre, no nos sacan de la situación de pobreza y pluriempleo. La dirección del sindicato, que valora “positivamente” la negociación con el gobierno provincial, pone el acento en el ajuste brutal del gobierno de Milei pero omite que el gobernador Kicillof festeja el superávit a costa de un recorte en salarios y jubilaciones.

En este contexto, con la reforma votada, la lista oficialista busca profundizar el carácter oficialista del gremio. De acuerdo a lo aprobado, para acceder a ingresar como minoría en el CDP y en las seccionales se requiere un piso del 30%. La duración de los mandatos, por otra parte, se extiende a 4 años. Luego hay otras cuestiones irregulares como la conformación de las juntas electorales, que serían integradas por el oficialismo sin participación orgánica de la totalidad de las listas. Este es finalmente el corazón de la reforma votada, que busca correr a las minorías no oficialistas dentro del sindicato, y armonizar los congresos de delegados; en los últimos tuvieron que presentar la aprobación de las paritarias “en disconformidad” debido al rechazo creciente por parte de las bases frente a los salarios de pobreza del gobierno de Kicillof.

¿Qué sindicato necesitamos?

Frente al derrotero de la conducción del sindicato, hay que ir a un debate con toda la base respecto de la importancia de la independencia política de nuestro sindicato. No solo es necesario rechazar esta reforma por antidemocrática y regresiva, sino que es necesario cuestionar qué Cicop necesitamos. En medio de una ofensiva histórica hacia la salud pública, el sindicato debe servir como factor de organización en cada centro de salud e impulsar asambleas de base que se jueguen a derrotar el ajuste en salud, empezando por desenmascarar la política de ajuste de Kicillof, que hoy es presentado como “aliado” pero es el responsable de los salarios de miseria, de las modalidades de contratación precaria (becas, contratos e incluso monotributo) y del derrumbe más general de las condiciones laborales y edilicias. Un sindicato que impulse las luchas, como la que se está dando en este mismo momento en el Hospital Posadas y las que también van a surgir contra el impuesto al salario y los recortes presupuestarios.

Para eso, desde Tribuna de Salud impulsamos la convocatoria al plenario que realizaremos junto con la Coordinadora Sindical Clasista el 14 de septiembre en la Facultad de Cs. Sociales, para discutir una salida a esta crisis y la necesidad de una huelga general para derrotar el vaciamiento de la salud pública.

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