Sindicales

4/9/2024

Hacia el Plenario de la CSC el 14/9

Comisión de Trabajo en Diputados: peones de Sturzenegger

Enfrentemos el aluvión de proyectos patronales contra el movimiento obrero.

Trabajo Diputados.

Impulsados por su presidente Martín Tetaz, en la Comisión de Trabajo de Diputados hay en temario 26 proyectos de reformas laborales y sindicales de los cuales 25 son una andanada patronal contra los derechos laborales y buena parte de los sindicales.

La mayoría de ellos establece que todo aporte extraordinario establecido en convenciones colectivas por los sindicatos deba ser solo sobre los afiliados. Esta es la letra chica de lo que el periodismo llamó “contra las cuotas compulsivas”. Como se ve es falso, puede haber cuotas compulsivas, pero solo sobre los afiliados. Una línea para impulsar la desafiliación cuando se pacten ese tipo de cuotas.

Nosotros nos hemos opuesto siempre a las llamadas “cuotas solidarias” para afiliados y no afiliados mediante las cuales la burocracia sindical embolsa ingentes sumas de dinero por paritarias, no importa si a la baja, sin mandato alguno, por un lado. Por otro lado, el método impuesto desde hace años refuerza las cajas de las burocracias al margen de la afiliación que está en baja debido al legítimo desprestigio de la burocracia que ha hecho colaboracionismo con todos los gobiernos.

Repudiamos los argumentos que justifican las cuotas compulsivas diciendo que “vinculan al no afiliado al convenio colectivo” o que son un “impuesto al carnero”. Nuestra política es impulsar la afiliación mediante una revolución en los sindicatos luchando por una nueva dirección clasista, basada en la soberanía de la asamblea y la independencia política del Estado y la patronal.

Tetaz mismo lleva en su proyecto la desregulación de las obras sociales hasta el final, salvo ,notoriamente, las de las Fuerzas Armadas y de Seguridad. Con solo tres meses el trabajador puede optar por una obra social ajena a su rama, cuando la Ley Bases extiende el período de prueba de seis meses a un año, según el número de trabajadores del establecimiento. O sea que pasados los tres meses el trabajador, rehén a prueba de la patronal, puede ser presionado a afiliarse a aquella obra social con la que haya pactado la patronal o hasta el jefe de recursos humanos para desligarlo del sindicato de rama.

El problema hoy en las obras sociales es que están en bancarrota por la caída de la recaudación debido a los bajos salarios y despidos, por los aumentos en la medicina prepaga y medicamentos y porque el Estado se está quedando con el 15% que se lleva de los aportes sin devolver un peso del Fondo de Redistribución. Los proyectos como el de Tetaz solo apuestan a reforzar las obras sociales más grandes, las que igualmente se están llenando de coseguros que encarecen la vida de la familia trabajadora.

Todos los proyectos insisten en reaccionarias cláusulas antiinmigrantes exigiendo que el 75% de los representantes sea argentino o que tenga dos años de afiliado y de permanencia en la actividad para presentarse, lo cual simplemente coarta la democracia interna, lo mismo que ridículas cláusulas contra las reelecciones a ningún cargo, un bocadito para las patronales para terminar despidiendo al que lo tuvo, más aún cuando la Ley Bases anula las reinstalaciones por despidos arbitrarios aunque vengan de un desafuero patronal como el que tenemos pedido por Emova del Subte contra 24 dirigentes y delegados por ejercer medidas de acción gremial.

Intervencionismo estatal al palo, de parte de los “liberales antirregulación”

El intervencionismo en las organizaciones obreras llega al paroxismo de prohibir que los representantes pertenezcan a las comisiones directivas de un club de fútbol, algo que por supuesto no le piden a los empresarios, como si así fueran a combatir las mafias ligadas al fabuloso negocio de la redonda en el que los sindicalistas son apenas aprendices.

Muchas, casi todas, se despachan con la “ficha limpia”, lo cual es otro atropello jurídico porque basta con estar procesado, lo que anula la presunción de inocencia. Pero van más lejos: en el artículo 6 del proyecto de Roxana Reyes se multa por no votar y, mucho peor, se puede intervenir un sindicato por “no cumplir con disposiciones dictadas por autoridad competente”, por ejemplo –decimos nosotros- el protocolo de Bullrich.

Hace un par de horas, mientras estábamos elaborando estas líneas, una brutal represión de la Federal hirió compañeros del gremio judicial y gaseó alevosamente a su secretario general. Otras piden para ser candidato declaración jurada de bienes ante escribano, algo fuera de alcance de una lista obrera que aspira competir en una elección sindical.

Nos estamos enfocando solo en lo esencial. Y todavía viene lo peor: el proyecto de Verónica Razzini, con firmas notorias como López Murphy, Silvana Giudice y otros. Ese proyecto transformaría en ley los lineamientos esenciales del DNU 70/23, por si tuviera algún tropiezo con la Corte o en el parlamento, y -aunque siguiera tal cual está- llevar a una legitimación parlamentaria el arrasamiento de los derechos laborales y sindicales más diversos.

Impulsa un blanqueo impune total en lo laboral, en lo penal, en lo tributario y lo previsional para las patronales, lo cual siendo ley es en realidad una invitación al trabajo en negro con impunidad futura. Consagra la ausencia de presunción de relación de dependencia hasta cinco trabajadores en cualquier variante de contratación basura por monotributo o contrato de locación de servicios; habilita la jornada de 12 horas con banco de horas para liquidar las extras; ataca la ultraactividad de los convenios a su vencimiento prolongando solo condiciones de trabajo; pone tope a las indemnizaciones que subsistan, dando paso a lo ya legislado en la Ley Bases y es el único de los 26 proyectos que menciona la palabra asamblea… para decir que no debe interrumpir la producción.

Cuestiona la ley de teletrabajo, extiende a cinco los “colaboradores” del trabajador independiente. Establece la “esencialidad” y la “trascendentalidad” (si existe el término) para prohibir el derecho de huelga a todo, transporte, minería, puertos, siderurgia, aluminio, materiales de construcción, aduana, bienes de exportación (cuáles no lo serían nos preguntamos), bancos, hoteles, gastronomía, frigoríficos, agro y su cadena de valor, correos, subterráneo, industria alimenticia, química, etc. Y, por si acaso, la formación de una comisión para tratar alguna actividad omitida.

Compañeras y compañeros lectores, vienen por todo. Tetaz ha planteado hacer un proyecto de consenso de todo esto. Como se puede apreciar Sturzenegger no está solo. Y cuando dijo “las empresas podrán despedir como les convenga” da la idea que van por convenios por empresa a destruir no solo la indemnización si no también los convenios por rama o actividad.

Se han paseado con estos planteos por la UIA en el día de la industria poniendo a Cavallo como un “prócer”. La camarilla facholibertaria, fracasada en todas las promesas de reactivación y tantas otras, miente y miente para hacer uno de los ajustes más brutales de la historia argentina. El colaboracionismo de la burocracia sindical es criminal. Los trabajadores tenemos un desafío: apelando no a una experiencia sino a toda nuestra experiencia histórica, ponernos en pie para derrotarlos. Una vez más, es ellos o nosotros.

Despedir “como quieran”: el mensaje de Sturzenegger a las patronales sobre la reforma laboral
El ministro señaló que está próximo a reglamentarse la habilitación a modificar el régimen indemnizatorio por despidos de la Ley Bases. –
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Veto y provocación contra los jubilados
Editorial de Gabriel Solano en “14 Toneladas” del 2-9-24. –
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