Sindicales
12/8/2024
Conciliación obligatoria tras 7 días de huelga de los trabajadores aceiteros
Una paritaria estratégica para la clase obrera, que enfrenta una confiscación de sus ingresos impulsada por los capitalistas y sus gobiernos.
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Asamblea en la planta de Tancacha.
Los trabajadores aceiteros de todo el país llevaron adelante una huelga de 7 días que paralizó la producción de aceites vegetales y la exportación de oleaginosas. La Federación de Trabajadores Aceiteros y Desmotadores de Algodón (FTCIODyARA) reclama un aumento salarial de alrededor del 26 %, y las patronales pretenden pagar un 17%. En este marco, la Secretaria de Empleo, Trabajo y Seguridad Social de la Nación, dependiente del Ministerio de Capital Humano, dictó una conciliación obligatoria por 15 días.
La patronal mostró una intransigencia durante las mas de tres semanas de reuniones entre las partes en las que no hubo acuerdo. Ahora los empresarios nucleados en la poderosa Cámara de Industrias Aceiteras de la República Argentina (Ciara) pidieron la conciliación luego de agitar en los medios que el paro “no tiene fundamentos”, cuando sobran los motivos para que los aceiteros tengan la recomposición salarial que reclaman.
Durante una semana no se movió un grano en ninguna de las plantas y se extendieron las medidas de fuerza a puertos exportadores. La protesta es activa, lo que marca una firmeza obrera en sostener el reclamo; por ejemplo, en la fábrica ubicada en Tancacha, los trabajadores hicieron un acampe con el que garantizaron que la empresa no use al personal en tareas que no les corresponden.
En este cuadro, las patronales recurrieron al gobierno de Milei para que este les otorgue una conciliación con la que buscan seguir dilatando una recomposición salarial. En un comunicado Ciara-Cec manifestó que “se realizó este pedido a la Secretaría de Trabajo de la Nación dado que los sindicatos ya han generado enormes daños económicos a transportistas de granos que quedaron varados o que no pudieron realizar sus viajes a puertos debido”.
De esta manera, la Ciara busca embarrar la cancha, y, una vez mas, responsabilizar al colectivo obrero de supuestas pérdidas. Sin embargo, lo que piden los trabajadores es mucho menos de lo que expone la propaganda de las patronales.
“Solidaridad de clase”
Días atrás, delegaciones del Sindicato de Químicos y Petroquímicos de Río Tercero, de ATE, del Polo Obrero, y de la Coordinadora Sindical Clasista se hicieron presentes en el acampe que los trabajadores aceiteros mantienen en la planta de Tancacha. Allí se organizó una asamblea en la que se intercambiaron experiencias, y se fueron elaborando conclusiones para continuar la lucha.
El denominador común en las intervenciones giró en torno a la necesaria construcción de la unidad de los trabajadores, y a la necesidad de una “solidaridad de clase”. En ese sentido se resaltó el apoyo del Polo Obrero en la lucha de químicos.
En dialogo con Prensa Obrera, Diego Domínguez clarificó que “el conflicto empezó el pasado martes a las 6 de la mañana, luego de un mes de negociaciones con la cámara empresaria (…). Estamos firmes, concientizados de que estamos enfrentando a una de las cámaras más ganadoras y poderosas de éste país, y también a un gobierno que viene hostigando a la clase trabajadora, a los desocupados, jubilados, estamos dispuestos a no bajar los brazos”
“Nuestro pedido concreto, es por el salario mínimo vital y móvil”, clarificó la citada fuente, en momentos en que la patronal también busca meter en la discusión paritaria el impuesto al salario. En tanto que desde el gremio se manifestó que ese ítem lo discutirán a su turno con el gobierno de Javier Milei.
Una paritaria estratégica
El colectivo obrero de aceiteros defendió sus ingresos en huelgas contundentes bajo los gobiernos del macrismo y del PJ. Ahora las patronales buscan aprovechar el gobierno de Milei para que los trabajadores agachen la cabeza y no se recompongan los salarios.
Además, mientras se niegan a recomponer efectivamente el ingreso de sus trabajadores, las patronales presionan por una nueva devaluación y quita de retenciones. La pelea de los aceiteros expresa una pelea de fondo en la lucha de clases, la cuestión del salario. Sucede que bajo el gobierno de Javier Milei operó una monumental transferencia de recursos de los trabajadores y jubilados hacia las patronales y el Estado. Esto explica el crecimiento de la pobreza e indigencia.
Por eso, la huelga de aceiteros tiene una importancia estratégica para el conjunto de la clase obrera. Los aceiteros pelean por una justa recuperación del salario, que se evapora frente a los aumentos en los servicios de luz, agua, gas, telefonía, etc. Además, la continuidad de la inflación sigue disparando a una canasta familiar cada vez mas alejada del valor del salario mínimo, vital y móvil y de la canasta de pobreza.
La unidad y solidaridad de clase resultan claves para hacer frente a patronales y los gobiernos ajustadores. Viva la lucha de los aceiteros, si la lucha triunfa será un refuerzo a las luchas por el salario en curso y a las que vendrán. Para reforzar la lucha, el Partido Obrero impulsa asambleas de trabajadores y la juventud en todo el país en la perspectiva de construir la huelga general para derrotar definitivamente a Milei y sus cómplices.