El sábado 23 se realizó, en San Miguel, el Congreso de la zona Norte, del cual participaron más de 90 compañeros, la mayoría de ellos trabajadores y jóvenes que no pertenecen aún al Partido Obrero. Fue una jornada de deliberación política de altísimo vuelo, de la cual emergieron resoluciones y actividades claves para nuestra militancia futura.

Del encuentro fueron parte trabajadores plásticos de diversas empresas, activistas y delegados metalúrgicos, obreros gráficos de Atlántida y de diversos talleres de la regional, compañeros activistas y delegados del gremio de Camioneros de San Miguel —a cara de perro enfrentados con la burocracia de Moyano—, docentes de diversos distritos de la zona Norte, presidentes de centros de estudiantes de numerosos colegios, luchadores estudiantiles del CBC de Martínez, miembros de comisiones internas del Vidrio, trabajadores de la salud.

El congreso abordó el análisis de la situación política, vinculado a las necesidades de lucha de las masas. En tres comisiones se elaboraron y produjeron las resoluciones que se desprendían de la discusión política previa; luego se votaron en reunión plenaria y finalmente se procedió a la elección de los delegados para el congreso nacional.

Muchos compañeros, que participaban por primera vez de una discusión de esta naturaleza, se sorprendieron de nuestros análisis y de nuestros métodos para debatir y resolver las cosas.

Pero si algunos trabajadores y jóvenes se asombraron positivamente con su experiencia con el PO, todos los compañeros del Partido Obrero y de la UJS nos maravillamos por la contundencia, claridad y precisión de los invitados que, ya desde el debate, tomaron al congreso regional en sus manos. Ningún aspecto se dejó de lado; se puso en consideración cómo avanzar en la constitución de una coordinadora de trabajadores en la zona; cómo intervenir alrededor de la lucha contra la reforma educativa; el cuadro político general, la crítica de las posiciones de la izquierda, la necesidad de unir a los trabajadores en un importante partido obrero.

La iniciativa de realizar este congreso regional se demostró justa. Dejó en claro que, están planteadas las tareas que en todas las empresas y en todas las fábricas, en todos los colegios y en todas las universidades, dependían de la política de los que allí nos encontrábamos.

El congreso regional mostró, a los presentes, sin presiones forzadas, el papel imprescindible del Partido Obrero en la lucha permanente por la elevación de la clase obrera a condición de clase revolucionaria.