La situación del sistema de salud de Córdoba es cada vez más crítica. El sistemático vaciamiento y la agudización del ajuste no solo repercute de manera negativa en el estado de los nosocomios, sino que además ha venido de la mano de una profundización de la explotación laboral y de la miseria salarial que padecemos el conjunto de lxs trabajadorxs del sector. Contra esto, el próximo 16 de noviembre tendrá lugar un paro con movilización del personal de salud, por mejores salarios y condiciones dignas de trabajo.

La entrega de la burocracia sindical, que viene cerrando paritarias a la baja desde hace años, nos dejó con sueldos que están por debajo de la línea de la pobreza, mientras crece la precarización y nuestras condiciones de trabajo son cada vez peores. Este cuadro, que resulta cada vez más insostenible, ha sido el motivo para que se empiecen a gestar procesos de deliberación entre lxs trabajadorxs.

En este sentido, quienes hicieron punta fueron lxs residentes y concurrentes, que vienen desarrollado, desde hace semanas, distintas instancias asamblearias donde votaron un pliego unificado en el que se concentraron las demandas por el problema salarial y las condiciones de trabajo y formación.

Sus principales reclamos son: cobrar como piso el monto de 4 salarios mínimos lo que representaría un sueldo de aproximadamente $230.000, ya que en la actualidad cobran sueldos de miseria que van desde los $60.000 a $120.000; que se respete el límite en carga horaria con turnos de 12 horas máximo; límite de guardias por mes y descanso postguardia; y remuneración para concurrentes y su indexación por inflación.

Por otro lado, decenas de trabajadorxs del Hospital San Antonio de Padua de la localidad de Río Cuarto desarrollaron, el pasado lunes, una protesta en los pasillos del centro de salud donde también reclamaron por mejores condiciones salariales y laborales. El reclamo fue motorizado por lxs médicxs del servicio de emergencias para adultos, que exigen el adicional remunerativo como recurso humano dedicado a cuidados críticos, y el urgente nombramiento de al menos 13 profesionales más en el área, lo que fue denegado. A su vez, en la guardia de pediatría, lxs trabajadorxs siguen esperando la designación del personal prometida.

El único ofrecimiento que hizo el Ministerio de Salud es otorgar un adicional de $70.000 para el interior y de $50.000 en capital para el personal que hace guardias activas y no cobra el recurso humano crítico, una medida totalmente insuficiente ya que el recurso humano crítico es una cifra remunerativa, por lo que impacta en el sistema de seguridad social, y el bono ofrecido por el gobierno no.

En este marco, 21 profesionales del área de emergentología presentaron su renuncia por lo que el nosocomio quedaría con un servicio de emergencia de solo 5 médicos clínicos y 4 cirujanos para atender durante los siete días de la semana.

A todas estas instancias de lucha y organización se les deben sumar distintas asambleas y acciones que se desarrollaron en los hospitales más importantes de la capital como lo son el Hospital de Niños, el Misericordia, el Tránsito Cáceres y la Maternidad provincial, lugares en los que además de la deliberación se resolvieron medidas de protesta como cortes y sentadas.

Entre las resoluciones más importantes de las asambleas es de destacar la medida de fuerza votada en el Hospital de Niños respecto al desarrollo de un paro con movilización para el próximo miércoles 16 de noviembre, el cuál se haría en conjunto con los tres gremios de salud: ATE, UTSy Atsa. Se trata de una acción que ya se ha extendido en el resto de las instituciones y que debe ser preparada con asambleas en el conjunto de los nosocomios de capital y el interior.

El camino es el iniciado por los residentes y concurrentes de CABA, quienes están desarrollando una lucha sin precedentes que se reflejó en el masivo paro con movilización del pasado martes 8.  Desde Tribuna de Salud llamamos a reforzar el frente único de todos los hospitales y a preparar con todo el paro del próximo miércoles 16. Ningún/a trabajador/a de la salud bajo el índice de la pobreza, basta de precarización laboral, ajuste y vaciamiento en la salud pública.