Para el lunes 18 fueron convocados los gremios estatales a una reunión con el gobierno provincial de Martín Llaryora, donde se formalizaría la decisión de no pagar la cláusula gatillo en diciembre y enero, que contempla la inflación correspondiente a los meses de noviembre y diciembre respectivamente, tal y como fue acordado en la última paritaria estatal.

El secretario general de la Gobernación, David Consalvi, transmitirá a los sindicatos que para el gobierno la paritaria “está caída” y que es necesario “renegociar(la)” para los últimos dos meses del año. El argumento esgrimido es la caída en la recaudación combinada con una escalada inflacionaria que parece no tener techo.

Vale recordar que, según lo estipulado en el acta paritaria, con el cobro de diciembre se activaría la cláusula gatillo por un porcentaje equivalente al índice inflacionario de noviembre, fijado en un 12,9% según el IPC, y que con el cobro en enero se debería percibir un aumento equivalente a la inflación de diciembre, que podría alcanzar hasta el 20%.

Desde la provincia afirman que se trata de un acuerdo “impagable” y que los trabajadores deberán “comprender” la nueva situación. Así las cosas, el gobierno de Llaryora se prepara para desconocer la paritaria estatal y aplicar un nuevo ajustazo sobre los empobrecidos salarios docentes. El argumento no se corresponde con los propios anuncios de Llaryora, quien recibió una provincia con un superávit de más de 900 millones de dólares en sus cuentas.

Subido al plan motosierra de Milei contra los trabajadores, Llaryora engancha el aumento de varios impuestos a la inflación (como el impuesto inmobiliario) mientras busca desenganchar los salarios de los trabajadores en un contexto hiperinflacionario. Sin duda, se trata de una vía de transferencia de recursos de los trabajadores hacia los capitalistas para garantizar los negociados con la obra pública y las exenciones al agronegocio.

La docencia no resiste un ajuste más

Hoy el salario docente está $150.000 por debajo de la canasta de pobreza que el Centro de Almaceneros Córdoba midió en noviembre ($426.000). La brecha se agranda si se tiene en cuenta la suba de los alquileres, el transporte y de los servicios esenciales.

Con índices que lejos están de reflejar la inflación real y aumentos diferidos, los docentes hemos perdido 19 puntos de salario en lo que va del año. La situación se agravó con la reciente devaluación de más del 50% que llevó a un nuevo salto inflacionario en los últimos días, duplicando el precio en varios productos de primera necesidad.

El cuadro de confiscación salarial se completa con la peor jubilación docente del país, y con el desmantelamiento del Apross, que hoy sufre la suspensión de prestaciones por falta de pago. Así las cosas, quienes estamos al frente de la educación de niñas, niños y adolescentes en nuestra provincia percibimos salarios de pobreza.

En este cuadro explosivo, la nueva conducción combativa de Uepc Capital realizó el pasado viernes 15 una movilización de cuerpos orgánicos para reclamar una recomposición salarial de emergencia. La movilización, que contó con el acompañamiento de diferentes gremios estatales como ATE y UTS, fue preparada en un plenario de delegados que contó con la presencia de alrededor de 400 delegados. A contramano de la situación, la mesa de gremios estatales se declaró en estado de “alerta” sin decretar una sola medida de lucha. Preparan el terreno para entregar nuevamente la paritaria, aceptando como moneda de cambio la extensión de la suspensión del diferimiento jubilatorio, que el gobierno anticipó está dispuesto a dar de manera extorsiva.

La conducción provincial de Uepc debe tomar el camino abierto por la delegación de capital, convocar de manera inmediata a toda la docencia a deliberar y movilizarse para garantizar que se cumpla el acuerdo salarial, y, además, por un salario de emergencia para enfrentar los aumentos desmedidos de precios y que no se pulverice el salario.

Es necesario fortalecer un frente único de lucha de los gremios estatales en la calle, preparando desde las escuelas medidas de fuerza en defensa de nuestros salarios. En este sentido, el pasado viernes una reunión de sindicatos docentes y minorías combativas de todo el país votó movilizar el próximo 20 de diciembre en un nuevo aniversario del Argentinazo.

En Córdoba, lo haremos en unidad con sindicatos como Sutna, ATE, Sitram, Químicos y petroquímicos de Río III, UTS, y junto al Polo Obrero y la Unidad Piquetera.

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