La empresa Volkswagen anunció la pérdida de 300 puestos de trabajo mediante la puesta en marcha de un plan de reestructuración que incluye jubilaciones anticipadas y retiros (in)voluntarios. Uno de los argumentos de la patronal para proceder a las cesantías es “adecuar la estructura de nuestras plantas a la nueva situación del mercado local y exportación”. En tanto, la autopartista Lear despidió a 50 trabajadores, en su plata ubicada en el departamento San Francisco.

Bien leído, la patronal alemana busca reemplazar la “mano de obra vieja” por una “más joven y barata”.  La empresa usa como argumento la recesión para golpear sobre puestos y condiciones de trabajo, siendo las cesantías una expresión de esa orientación. Sin embargo, este argumento no tiene que ver con la realidad ya que, Volkswagen incrementó sus ventas producto de un crecimiento en la porción del mercado que ocupa.

En ese sentido, hay que agregar que la empresa, en siete meses del 2024, vendió 33.173 vehículos, mientras que en el 2023 registró unos 32.104, lo que da cuenta de un crecimiento del 3,3% en su participación en el mercado automotriz argentino. En la misma línea, fuentes oficiales de Volkswagen afirmaron que “en el segundo semestre va a haber un cambio de tendencia y vamos a ver números más importantes”, en relación al pronóstico de la empresa de cara a cómo se comportaran las ventas futuras.

Pero a pesar del pronóstico optimista en relación a los meses por venir, la empresa afirma que “debimos adecuar la estructura de nuestras plantas a la nueva situación del mercado local y de exportación para garantizar la sostenibilidad de la compañía y las personas que trabajan en ella”, la perfidia no puede ser mayor puesto que, según un informe publicado en Perfil, “los números de la actividad industrial automotriz de 2024 comenzaron a mejorar en julio y mantienen esa misma tendencia en agosto”, es decir que el pronóstico también va en línea con la afirmación del vocero de la firma, citada líneas arriba.

En este cuadro, la burocracia sindical del Smata, de momento, solo se limitó a trasmitir las cesantías. En tanto, los trabajadores denuncian los despidos y afirman que la patronal “mientras mantiene una producción de más de 400 unidades por día. Lo que había comenzado con un “proceso de reorganizar” la producción a costa de que los empleados acepten los retiros -in-“voluntarios” terminó en despidos encubiertos para quienes decidieron mantener su fuente de trabajo en relación de dependencia. Este plan esconde de fondo el objetivo de incrementar aún más las ganancias a costa de las condiciones de vida de los trabajadores de Volkswagen, ya que la empresa no puede aducir crisis alguna”.

Entre los despidos se encuentran trabajadores con enfermedades oncológicas, lo que denota la inhumanidad de la firma que está decidida a imponer a toda costa su orientación anti obrera. El contrapunto entre la denuncia de los trabajadores y la orientación de la firma esclarece que la crisis recae sobre los trabajadores de la mano de los planes de reestructuración con los que la patronal busca incrementar su tasa de ganancia, por supuesto que con el concurso de la burocracia sindical.

Desde hace meses, las empresas automotrices vienen orientándose a imponer suspensiones, jubilaciones anticipadas, y retiros (in) voluntarios, mediante extorsiones. Los gobiernos provinciales también vienen dejando pasar la pérdida de puestos de trabajo, lo que da cuenta de que no tienen una diferencia programática a la hora de facturarle el costo de la crisis al movimiento obrero.

En ese sentido, en su planta ubicada en San Francisco, Lear despidió al 7% de la planta de trabajadores. La reducción de puestos de trabajo se comunicó argumentando una caída en la producción del Fiat Cronos, para ese modelo la autopartista fabrica sistemas de distribución eléctrica.

Hay que decir que la empresa Lear se viene beneficiando, por parte del gobierno de la provincia, de una eximición en el pago de los impuestos de Ingresos Brutos, Inmobiliario, y Sellos por el período de 10 años. También se subsidiaron nuevos puestos de empleo creados en la fábrica y un subsidio del 25% de la demanda y consumo de la energía eléctrica por un año. La planta se inauguró en el 2017, es decir que durante años la patronal dispuso de todos esos beneficios, y ahora procede a despedir trabajadores con la complicidad del gobierno y la burocracia sindical.

En gremios clasistas como el Sutna, se está peleando decididamente por la defensa de cada puesto de trabajo, en tanto que la orientación de la burocracia del Smata, alineada al peronismo y a las patronales, es dejar pasar los despidos. Este contrapunto es esclarecedor de la necesidad de construir direcciones clasistas en el movimiento obrero.

En oposición a los despidos y la confiscación de salarios y jubilaciones, es necesario preparar la huelga general que le permita a lxs trabajadores unificar los reclamos para derrotar la motosierra de Milei y los gobernadores, de la que se valen las patronales para avanzar sobre puestos y condiciones laborales.

Para reforzar la perspectiva de construir la huelga general, el próximo 14 de septiembre, la Coordinadora Sindical Clasista del Partido Obrero realizará una conferencia nacional. Llamamos al activismo a deliberar una estrategia de acción independiente desde el campo de lxs trabajadores para derrotar a Milei y sus cómplices.

El plenario de organizaciones de jubilados se plantó contra el veto de Milei a la ley de movilidad

El miércoles 28 a las 15:00 concentramos en el anexo del Congreso para marchar a Plaza de Mayo. –

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