Trabajadores de la fábrica láctea Alimentos Refrigerados SA (Arsa) se encuentran siendo el blanco de un severo ataque contra sus ingresos por parte de la patronal. Sobre lxs operarios de la ex Sancor, con dos plantas ubicadas en Córdoba, se pretende seguir descargando una crisis reduciéndoles el salario e imponiendo cambios perjudiciales en las condiciones de trabajo; todo esto como condición para que mantengan sus puestos de trabajo. Una extorsión por parte de la patronal.

La empresa adeuda el pago de los salarios del mes de mayo en sus dos fábricas (una está ubicada Monte Cristo, Córdoba capital, y otra en Arenaza, distrito bonaerense de Lincoln). También tienen que pagar aguinaldo y cancelar una deuda de porcentajes salariales de hace años, que la empresa se comprometió a pagar -algo que no cumplió.

La última propuesta presentada por la patronal, denominada “alternancia laboral”, consiste en el pago de los haberes por solo 15 días laborables y una compensación de $100.000 por la otra quincena, en la que no tienen que presentarse a trabajar. La patronal presenta semejante ataque como una salida a “un conflicto” que es de su entera responsabilidad. Además, según publicó Perfil la firma “prevé el pago en cuotas del 85% de los haberes de mayo 2024 y la cancelación de la primera cuota del aguinaldo”.

Cabe agregar que la patronal es reincidente en desconocer el pago a los trabajadores. En ese sentido hay que decir que tiene una deuda salarial con todxs lxs trabajadores, estimada en un 30% mensual, que inició en el 2017. La empresa fue pateando los pagos en sucesivas oportunidades y así arrastrando una deuda que persiste hasta la fecha; por supuesto que todo esto fue posible con la complicidad de quienes gobernaron y también pasa por la falta de una respuesta a la altura de la agresión por parte de la conducción del sindicato Atilra.

De modo que estamos ante un ataque de años; con la llegada de Milei la patronal se envalentonó. En este cuadro, en la supuesta propuesta de salida la empresa afirma que “en un intento por ajustar los costos laborales ante la difícil situación financiera”; esto, sin abrir los libros de la firma, ni tampoco aceptando el pedido de un Procedimiento Preventivo de Crisis planteado por Atilra.

La patronal afirma que el pago de lo adeudado está condicionado a la existencia o no de fondos. Asimismo, asegura que “los empleados activos recibieron sus sueldos según la pauta salarial de Atilra, mientras que aquellos que no trabajan y participan en asambleas no recibieron pagos en los últimos dos meses”, según publicó Clarín.

En este cuadro, tenemos una violación de derechos elementales, como no responder a la obligación de pagar el trabajo realizado; la deuda del 30 % forma parte de ese pasivo. Además, la empresa violenta la inalteralidad del salario establecido en el convenio colectivo de trabajo; esto está contenido en la drástica reducción salarial del 50 % más el pago de un bono.

Párrafo aparte merece el planteo de la patronal que establece una agresión al principio de igualdad y al derecho a la actividad sindical de lxs trabajadores. En un comunicado, publicado en diferentes medios de comunicación, la patronal apunta dividir a lxs trabajadores, entre quienes protestan y quienes no, buscando que el colectivo de operarixs agache la cabeza ante semejante ataque.

También deja entrever que lxs trabajadores que hagan huelga prácticamente no cobren sus haberes, e incluso se insinúa que no deben trabajar. Grave. La patronal sabe que se dirige a los gobiernos de Javier Milei y Martin Llaryora que vienen dando sobradas muestras de criminalizar la protesta social.

Por la situación que viven lxs trabajadores de la ex Sancor estaba planteado un paro nacional, que quedó trunco por la implementación de una conciliación obligatoria, que por supuesto la conducción de Atilra acató. Hay que decir que no hay plan de lucha organizado de conjunto por la conducción.

La situación de lxs trabajadores de la ex Sancor es similar a lxs de la empresa La Lácteo, que también arrastra una crítica situación. Esta última también incurrió en deudas salariales durante años, y en las últimas semanas avanzó en despidos, por supuesto que esto tampoco suscitó ninguna acción de lucha a la altura de las circunstancias por parte de la conducción del sindicato. La situación de crisis que atraviesan lxs trabajadores de las fábricas de las industrias lácteas requiere aunar esfuerzos para preparar la huelga general, para hacer escuchar la voz del conjunto de trabajadores y así revertir el cuadro de confiscación salarial, suspensiones y despidos.

La política recesiva de la Milei, que por la vía de los hechos Llaryora apoya, es usada por las patronales para ir a fondo contra lxs trabajadores. En posición a los planteo anti obreros el Partido Obrero impusara en agosto Asmableas para reforzar las luchas y construir la fuerza que perlita arrancar un paro activo de 36 horas con movilización.

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