Las negociaciones alrededor de la compra de la operación de la ex Cresta Roja, luego de la salida del grupo Proteínsa, empiezan a revelar los verdaderos planes del comprador, Granja Tres Arroyos (WADE). El plan de la empresa es poner en marcha la producción en tandas, poniendo en funcionamiento al 100% recién a mediados de 2019. Además, la empresa se propone una reducción del personal de alrededor de 500 trabajadores, y pagar las indemnizaciones en cuotas. 

El plan es un verdadero desguace de la operación productiva de Cresta Roja, que apunta a que el grupo Granja -principal productor de pollos del país- se quede con esa franja de mercado. Los gremios intervinientes, Camioneros, Molineros y UATRE dieron su visto bueno al plan de desguace, bajo la amenaza de que si rechazaban “se caía todo”. STIA, que representa a los trabajadores de 3 plantas, no firmó y convocó a asamblea general, ante la presión ejercida por los trabajadores.

La asamblea general, que tuvo un carácter masivo, rechazó unánimemente el plan de desguace propuesto por la empresa y aceptado por los otros gremios. Y no sólo eso; la asamblea rechazó de plano el objetivo de la empresa de llevar a los trabajadores a negociaciones individuales. Por úlrimo, la asamblea votó una movilización para la semana próxima, en defensa de los puestos de trabajo. Esta última medida reflota una de las mejores tradiciones de los trabajadores de Cresta Roja, que fue la clave para quebrar el anterior intento de desguace de manos de Rasic.  

Este rechazo al plan de guerra de la empresa demuestra que cuando los trabajadores toman en sus manos la lucha no hay burocracia sindical que valga y refuerza el reclamo de la Agrupación Naranja de que se convoque a una asamblea general del STIA para unificar la lucha contra los despidos en todas las fábricas del gremio.