Sindicales
20/9/2024
Cristina carnera: se reunió con la Juventud Sindical para sumarse a la campaña contra el derecho a huelga
Una orientación para que pase el ajuste y la liquidación de puetos y condiciones de trabajo.
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Cristina con la Juventud Sindical.
La expresidenta y exvice Cristina Kirchner mantuvo una reunión con referentes de la Juventud Sindical de la CGT, en donde convocó a las direcciones gremiales a “pensar nuevas tácticas y estrategias” que “no los enfrenten con la sociedad”. En medio del ataque del Ejecutivo nacional a la huelga de aeronáuticos, y de otros conflictos sindicales contra el ajuste, Cristina le da la espalda a los trabajadores y le allana el camino a la tropa privatizadora y antiobrera.
El encuentro tuvo lugar este jueves 19 en el Instituto Patria, donde participaron 26 dirigentes jóvenes de distintos gremios, en el marco de una actividad con la Juventud Sindical que lidera Sebastián Maturano (La Fraternidad).
Luego de su carta que interpela a la dirigencia sindical peronista a recuperar la representación de los trabajadores, Cristina volvió a referirse al tema atacando los métodos de acción actuales de los trabajadores, que enfrentan el cierre y liquidación de sus lugares de trabajo, por considerarlos “antipáticos” con la sociedad.
No resulta un dato menor que entre los participantes del encuentro se encontraran dirigentes sindicales de Aerolíneas Argentinas, que enfrenta el intento de liquidación del gobierno nacional; de Metalúrgicos, con salarios por los pisos, al igual que Comercio: no docentes de las universidades nacionales, en el centro del ajuste educativo; la UTA, también en medio de los tironeos de las patronales y el gobierno por la eliminación de subsidios; y La Fraternidad, en medio del proceso de privatización de los trenes. Todos ellos, y más, tienen razones de sobra para luchar.
La recomendación de Cristina es una llamado a la desorganización sindical y a que pase el ajuste: ella misma declaró su apoyo a una reforma laboral antiobrera en su primer misiva pública, lo que no ha dejado de sustentar en declaraciones posteriores.
Además, la expresidenta viene de apoyar el planteo reaccionario de la esencialidad en la educación, para atar de pies y manos a los docentes y trabajadores de la educación que luchan contra el vaciamiento presupuestario y el desfinanciamiento educativo.
El rechazo a las medidas de lucha por afectan parcialmente a la población es un viejo argumento conservador y antihuelga. La forma de ganar la adhesión de mayores porciones de la sociedad no es abandonar las acciones gremiales, sino todo lo contrario: extender la organización hacia todos los sectores afectados por la crisis y el ajuste, para que con la acción colectiva se puedan derrotar las políticas que llevan a la desocupación y el hambre.
Cristina también reclama que el sindicalismo peronista “vuelva a representar” a los trabajadores, y particularmente al sector informar. Pero la burocracia sindical peronista, justamente, ha perdido representación entre los trabajadores informales y precarizados, caracterizándose por darle la espalda a sus luchas. Uno de los casos más emblemáticos de esto es el movimiento piquetero, cuya organización tuvo lugar por fuera de las organizaciones sindicales y centrales obreras.
La izquierda y el clasismo, en cambio, han ganado representatividad entre estos sectores, por acompañarlos y apoyarlos en sus luchas y acciones directas, particularmente contra la precarización laboral. Un caso testigo de esto fue el conflicto ferroviario por el pase a planta permanente de cientos de trabajadores, donde la burocracia criminal de José Pedraza -el sindicalista “modelo” de Cristina- terminó con la vida de Mariano Ferreyra.
El planteo de Cristina es sumamente reaccionario para la época: ataca a los procesos de lucha en curso para que pasen las reformas antiobreras, mientras intenta explotar a futuro el desgaste político del gobierno ajustador, con fines electorales. En efecto, si el peronismo vuelve al poder en 2027 será luego de que Milei realice el trabajo sucio… con la complicidad y participación de peronistas y radicales, como se ve en la actualidad.
El camino a seguir es el opuesto del señalado por Cristina. Hay que reforzar cada lucha obrera, en la perspectiva de la huelga general, ganando la simpatía de la población integrando sus reivindicaciones contra el ajuste.