El viernes 4 de septiembre trascendió un mail de la patronal de Aerolíneas Argentinas, en manos de funcionarios de La Cámpora, que comunica a tres técnicos y cuatro miembros de personal superior que ya no pertenecían a la empresa. No habiendo recibido telegramas, los compañeros intentaron ingresar en su cuenta corporativa y las encontraron bloqueadas.

Detrás de estos despidos se encuentra el director de Coordinación de Operaciones, Christian Landriscina, responsable en 2013 de los once despedidos a quienes exigieron mejoras en las condiciones de trabajo del hangar 2 EZE. En aquel momento, a pesar de la complicidad de la dirección del sindicato Apta (técnicos aeronáuticos), los delegados opositores constituyeron una Comisión de despedidos y lanzaron una gran campaña, que incluyó la realización de una audiencia pública en Diputados.

La medida llega luego de amenazas de despido dirigidas a los sindicatos para que acepten la entrega de los convenios aeronáuticos, con la destrucción de todas las medidas protectoras de la salud de los tripulantes y la seguridad de los vuelos, a partir de la eliminación de descansos y el aumento de las jornadas de trabajo.

Se confirma que la complacencia del gobierno con todos los atropellos en Latam responde a que comparten los mismos objetivos ajustadores y métodos extorsivos. Los despidos serán utilizados para justificar la entrega de nuestros derechos en nombre de preservar las fuentes de trabajo, las que tampoco se garantizarán. El apoyo incondicional al gobierno de todas las conducciones sindicales le ha quitado a nuestros gremios la elemental independencia necesaria para defender nuestros intereses.

La burocracia de Apta elaboró la lista de suspendidos (un 50% del total) sin establecer una rotación. De manera que mientras los que trabajan se exponen doblemente a contagios por Covid-19, la otra mitad tiene una rebaja salarial considerable. Ya hay dos fallecidos en Aerolíneas y los equipos de trabajo con aislamiento obligado no fueron reemplazados por compañeros suspendidos, sino con la disminución de los tiempos de descanso en domicilio de quienes siguen trabajando.

Entre los suspendidos se encuentra la totalidad del activismo opositor. Esta persecusión incluye el pedido patronal de desafuero a los delegados combativos de Austral, cuyo cuerpo de delegados convocó a caravanas contra la fusión (desguace) de la empresa y por la defensa de los convenios.

No llama la atención que uno de los despedidos sea Martín Radaelli, exdelegado y candidato de la oposición, que fuera agredido salvajemente en la sede sindical cuando entregaba un petitorio de sus compañeros pidiendo elección de delegados. Luego había sido acusado como agresor, lo que le valió un traslado de la empresa para alejarlo de su sector.

Es imprescindible dar una respuesta inmediata y contundente. Llamamos a los técnicos de Aerolíneas y Austral a autoconvocarse, a través de asambleas virtuales, para exigir a Apta medidas de acción directa hasta la reincorporación de todos los compañeros.

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