Sindicales
23/2/2022
Paritarias
Docentes de Neuquén votan paro de 72 horas en rechazo a la propuesta salarial
En las asambleas de Aten la conducción TEP-Celeste se jugó a fondo por la aprobación de la oferta del gobierno.
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Foto: corresponsal
Numerosas asambleas docentes en toda la provincia de Neuquén rechazaron la propuesta salarial del gobierno de Omar Gutiérrez y “construida” con la dirección TEP de Aten, y votaron un paro de 72 horas ante el inicio de clases. Luego de cuatro reuniones paritarias, sin que la conducción realizara previamente asambleas para votar el pliego a reclamar y medidas de lucha para conquistarlo, se firmó un acta que demuestra un enorme esfuerzo por contener la bronca.
En un intento por evitar el cuadro que desató la extraordinaria huelga de Salud el año pasado (que hizo morder el polvo tanto al gobierno como a las burocracias sindicales), la conducción TEP-Celeste de Aten se jugó por todos los medios a que la propuesta gubernamental (según el oficialismo de “un 20% de recuperación por la pérdida del 2020 y reinstala la actualización por IPC”), fuera aprobada por las asambleas de Aten.
Lejos de ello, no solo en las seccionales conducidas por la oposición sino en varias que dirige el propio TEP-Celeste (como Centenario y Las Lajas), las asambleas votaron por el rechazo y un no inicio de 72 horas para los días 2, 3 y 4 marzo. Se trata de un mazazo al gobierno, pero también a la burocracia baradelista que confió una vez más que su propio relato sobre la “calidad de la propuesta” podía pasar en las asambleas. La tendencia de las votaciones solo podría ser revertida por una maniobra de un fraude escandaloso… del cual el TEP-Celeste es capaz.
A pesar que la propuesta se coloca por encima de la paritaria nacional, el rechazo y el paro de 72 horas también tienen un alto grado de ingrediente político de descontento con un gobierno cuya orgullosa capital se inunda al mejor estilo del “tercer mundo”, y cuyas escuelas sufren deficiencias edilicias de todo tipo y decenas de ellas están en obra a días del inicio del ciclo lectivo.
El voto de rechazo también es una expresión del descontento con una conducción gremial que cedió durante todo el verano la iniciativa al gobierno, y que se negó a tener una propia convocando a asambleas desde el 14 de febrero que todos los niveles y modalidades habían regresado a las escuelas.
El TEP-Celeste tuvo que partir desde la previa a la primera mesa del 8 de febrero con un planteo general, sin mandato de asambleas, de una recuperación de lo perdido en 2020 y un empate con la inflación en el 2022 (que la ubicaban en un 50%). A lo que sumó un aumento de puntos (crece el salario básico) para los equipos directivos y las horas cátedra. Nada que ver con el 15% con el cual quisieron asegurar un inicio “normal” el año pasado.
El margen de votación en las asambleas fue tan amplio que las maniobras para dibujar los números no fueron suficientes, y reconocieron a pocas horas una diferencia de casi 100 votos a favor del rechazo. Ahora el gobierno acaba de convocar a Aten a una mesa para esta misma tarde con una “propuesta superadora”. La conducción de Aten pretende suspender el plenario que ya esta sesionando, para borrar el mandato de rechazo. Tanto el gobierno como la burocracia tratan de evitar el paro y la movilización provincial.
Es que esto condiciona además el acuerdo que la burocracia de ATE-CTA debe firmar en las próximas 48 horas, y golpea al gobierno de pleno. La sombra de la rebelión huelguística que sacudió Neuquén el año pasado en los sectores de Salud estuvo presente en la masiva votación.
Ahora se trata de organizar las actividades de los días de paro, que incluye nuevas asambleas. Habrá que superar el boicot de la conducción que está en otra perspectiva. Queda en nuestras manos organizar este mandato y ponerlo en la perspectiva de una lucha más general.
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