Sindicales

22/2/2022

La paritaria nacional docente atada al acuerdo con el FMI

Secretaria gremial de Ademys y legisladora FIT-PO CABA.

Reunión entre el gobierno y sindicatos nacionales. Imagen: El Bonaerense.

Sin consulta alguna a la docencia, se conoció en el día de ayer el acuerdo entre el gobierno y las entidades sindicales con representación nacional para el salario nacional docente de referencia para todas y todos los docentes del país. Según los medios y el escueto comunicado de la Ctera, el aumento bajo todo concepto será de 45,5% sobre el salario inicial de $41.250 para una maestra de jornada simple como cargo testigo.

Sin dudas, se aproxima al techo salarial que ya había planteado el ministro de Trabajo Nacional, Claudio Moroni, quien adelantó que las paritarias de este año iban a estar en el orden del 40%. Punto más o menos, se entiende que esta meta del gobierno de Alberto Fernández de anclar los salarios a la baja, tiene que ver con el acuerdo con el FMI cuyos términos se comienzan a conocer por estas horas, incluso la modificación de los regímenes de jubilación especial como el docente, de ajuste contra las y los trabajadores.

Se espera que la Ctera muestre el acta del acuerdo en un plenario de secretario generales el 25 de febrero, sin debate ni asambleas en las escuelas, con el objetivo de hacer pasar este acuerdo, producto de su hiperintegración al gobierno.

Los números del ajuste

La Ctera y sus entidades de base se sentaron en todas las reuniones de mesas salariales sin monto de reclamo, formulando un abstracto anuncio de “aumento fuerte” para los primeros meses, sin referencia objetiva de lo que necesita un trabajador para vivir, dejando servido al gobierno- incluso en CABA a Larreta- que acomode porcentajes confusos partiendo de salarios de pobreza y, funcional, a no encarar una lucha para hacer progresar en el gremio un reclamo concreto en base a los costos de vida y el nivel de inflación, que es una aspecto clave a tener en cuenta porque es el mecanismo por el cual hace años los trabajadores ven desvalorizarse su salario.

Las 4 cuotas acordadas para el primer tramo de marzo a junio, es de 21,2% marzo, 8,08% para junio, 8,08% agosto y 8,08 para septiembre. Lo que llevaría el salario inicial a $60.000, recién a cobrar en octubre, con una supuesta mesa se revisión en el mes de septiembre. Estas cifras incluyen el Fonid.

Para despejar cualquier duda el “aumento fuerte” que pidió la burocracia será de $9.000 de marzo a junio (21,2%) o, lo que es lo mismo, $300 por día, cuando las expectativas según el relevamiento de expectativas del mercado (REM) del banco central, la inflación acumulada será a junio de 25%. No hay recomposición salarial alguna y seguiremos perdiendo poder adquisitivo, en un cuadro de tarifazos y aumento de precios. Por otra parte, con este acuerdo se sigue estando por debajo de lo que indica al mes de enero la canasta básica total (marca la línea de pobreza) que elabora la Dirección General de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires, de $79.988.

Se lo presente como se lo presente, ya sea por lo estimado para la inflación anual de entre 54% y 58%, o con referencia a la canasta básica total y, ni hablar, de lo que estima la denominada canasta familiar, que debería ser el camino de recomposición salarial de todos los salarios para los trabajadores, este acuerdo es de ajuste para las y los docentes.

Mención aparte merece que venimos de dos años de profundización de la crisis educativa bajo la pandemia, donde se ha avanzado sobre los derechos laborales que no fueron motivo de reclamo en la paritaria en cuestión. Ni la salud laboral, ni la estabilidad laboral de los programas socioeducativos, como el ATR en provincia de Bs As que amenaza con despidos masivos, ni el acceso a los cargos docentes y el estatuto docente. Todo lo contrario, se habla de un convenio cuyo contenido la docencia desconoce completamente en línea con las reformas de los organismos internacionales de crédito.

Rechazar el acuerdo y plan de lucha en defensa del salario y la educación

A la entrega de Ctera tenemos que oponerle un programa que defienda el salario y las condiciones de trabajo de las y los trabajadores y, a su vez, una lucha para recuperar Ctera y todos los sindicatos docentes.

Tribuna Docente, que deliberó en su XIV Congreso Nacional el pasado fin de semana, formuló una aproximación para reclamar un salario básico inicial por un cargo de $90.000 y respeto a todas las categorías salariales del estatuto, en el camino a la canasta familiar. indexación mensual por inflación, defensa del régimen de jubilación docente, fin de la precarización laboral, creación de cargos docentes para parejas pedagógicas, protocolos seguros bajo el control de los trabajadores, licencias por Covid y contacto estrecho, partidas presupuestarias para creación de escuelas y para infraestructura escolar, distribución de computadoras y acceso a la conectividad gratuita, universalización de becas y alimentación para estudiantes, derogación de las reformas antieducativas, no al pacto del gobierno con el FMI.