Sindicales

3/11/2020

TRABAJO

Moroni: mentiras y verdades del relato de un gobierno fondomonetarista

Frente al régimen de hambre y saqueo los trabajadores necesitamos una alternativa obrera y socialista.

Comisión interna de Morvillo

En una entrevista exclusiva con Infobae (02/11) el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, volcó una serie de definiciones que son muy interesantes tanto por lo que dijo como por lo que ocultó.

Sostuvo que “estamos en el peor momento de la historia económica argentina”. Es real, pero no explicó que un elemento clave de esta realidad es la crisis capitalista mundial en curso, que amenaza con ser mas profunda que la de 1929.

La recesión mundial encuentra a los Estados sin capacidad de rescate al capital privado, como lo hizo en 2008. Incluso los Estados están en quiebra o sobreendeudados. La guerra comercial se profundiza con el avance de la crisis económica y a su vez la alimenta. La pandemia profundiza las contradicciones. La crisis es mundial y del régimen social.

En cuanto a las medidas del gobierno Moroni dice: “Tomamos las decisiones de proteger los contratos de trabajo a través de la prohibición de despidos, la prohibición de suspensiones con pago y la de asistir a las empresas […] Para los informales […] lo que hicimos fue el IFE (Ingreso Familiar de Emergencia)”.

Vayamos por parte. Según índices oficiales, durante la pandemia perdieron sus puestos de trabajo 3,7 millones de trabajadores (con mas de 700 mil despidos). El decreto de despidos y suspensiones fue burlado por la burguesía.

Las suspensiones con recortes salariales, en el marco del acuerdo CGT-UIA-Gobierno, fue un mecanismo muy utilizado y un golpe a los trabajadores. Sumado a los ATP (subsidios al capital con plata de la Anses), licuó la masa salarial de las patronales. Sin embargo, el gobierno no garantizó la nómina salarial, ni implementó la apertura de libros para certificar el estado real de las empresas. Tampoco capitalizó las sumas desembolsadas.

Como frutilla del postre, se impide a los trabajadores adquirir el “dólar solidario” para atenuar la desvalorización y el recorte salarial en los casos en que las patronales hayan sido subsidiadas.

La mención al IFE es otra impostura. El monto equivale a menos de $200 por día. Una burla. El empadronamiento cuadruplicó los cálculos iniciales del gobierno. Sin embargo, mas de 3 millones de personas quedaron excluidas de la ayuda estatal.

Mención especial merece una frase digna de un mitómano: “La cantidad de desempleados hoy es la misma que la cantidad de desempleados del año pasado”. Cinismo al palo, frente al 29% real de desempleo que el gobierno oculta manipulando las estadísticas.

Salarios de pobreza, jubilaciones de indigencia: una política de Estado

Las definiciones sobre la cuestión salarial pintan de cuerpo entero la orientación social del gobierno. Cual patrón, Moroni sostiene que “el sueldo digno es aquel que estemos en condiciones de pagar y de sostener”. Se refiere a que primero está el pago de la deuda y los subsidios al capital. Después vemos que migajas sobran.

La separación conceptual del salario en relación a la satisfacción de las necesidades básicas que garanticen la reproducción de la fuerza del trabajo, fundamento del régimen social, demuestra el grado de descomposición al que llegó el capitalismo.

“Lo que podemos hacer es que frente a la inflación corriente, determinados valores, como el salario mínimo, la jubilación mínima, crezcan por encima”. Miente. Paritarias y salario mínimo se colocaron por debajo de la inflación y la jubilación es de indigencia.

El salario mínimo de $18.900 equivalente a un cuarto de la canasta familiar (hoy en $72.700). La canasta básica, que establece la línea de pobreza, supera los $47.200, lo que significa que se necesitan 2,5 salarios mínimos para no ser pobre. En América, tomando como referencia el dólar “solidario”, Argentina se encuentra en el puesto 16 en cuanto a salario mínimo. Solo por encima de Venezuela, Cuba, Nicaragua y Haití.

Moroni destacó las paritarias pero no dijo que fueron el ámbito para depreciar el salario (7% a los estatales nacionales y docentes universitarios y un 14% a los provinciales, 0% a docentes nacionales). El 30% establecido como techo quedó relegado del aumento inflacionario, lo que significa en los hechos un recorte salarial.

“Con el Consejo del Salario Mínimo conseguimos por primera vez en los últimos cuatro años que de los treinta y dos miembros, treinta y un miembros votaran a favor del acuerdo que habían arreglado los sectores […] El sindicalismo argentino se ha comportado durante la pandemia con un nivel de responsabilidad ponderable, digno de lo que son”. Se refiere a la burocracia sindical integrada al Estado capitalista, pero no dijo que son: un engranaje estratégico del pacto social para la contención en el marco de una ofensiva brutal sobre los trabajadores.

Sobre jubilaciones hay que señalar que los $18.129 de la mínima se encuentran por debajo de la línea de indigencia. Equivalen a 130 dólares “solidarios”. Por debajo de los 150 dólares menemistas que movilizaron a miles. Los Nac & Pop superaron una vez mas a los “neoliberales”. El 80% de los jubilados cobra menos de $25.000 pesos. Mas cerca de ser una pensión a la vejez que de un salario diferido, en línea con los planteos del FMI.

No es un gobierno, es la descomposición de todo un régimen social.

Por una alternativa obrera y socialista a la crisis

Las presiones devaluatorias siguen su curso. La precaria pax cambiaria es sobre la base de nueva deuda a tasas leoninas y desvalorización de los títulos en poder de la Anses. El andamiaje económico, político y social del gobierno está basado en el compromiso con el capital financiero.

Moroni aclaró en la entrevista que tanto los ATP y la doble indemnización son “herramientas extraordinarias tomadas para un contexto extraordinario”. El fin de la primera sin una prohibición de despidos real y efectiva será utilizada por las patronales para justificar nuevos despidos. Desde la UIA, hace tiempo atrás, dejaron trascender esta idea.

Es un elemento de presión de la burguesía que disputa una tajada de una torta cada vez mas chica. La frazada es corta y alimenta la puja interburguesa por apropiarse de los recursos del Estado.

Moroni repitió el relato del gobierno. Miente como Kicillof y Larroque con Guernica, mientras ajustan a los trabajadores. En ese punto no hay carta que ponga en duda la orientación general del gobierno.

Impulsemos el debate en todos los lugares de trabajo para la defensa de nuestros intereses inmediatos e históricos. Al relato oficialista hay que contrastarlo con los hechos de la realidad desde el punto de vista de clase y discutir una salida. Frente al régimen de hambre y saqueo los trabajadores necesitamos poner en pie una alternativa obrera y socialista.