Una nueva asamblea multitudinaria de los choferes de Ecotrans, en la cabecera de Merlo, resolvió un paro y movilización para el martes 7, rechazando el desguace y reclamando al Ministerio de Transporte que se preserve la unidad en la prestación del servicio.

En el escrito elevado a la jueza que entiende en el concurso, los trabajadores denunciaron que el acuerdo firmado por Cirigliano con las cuatro empresas que se harían cargo del servicio es una estafa: tres de ellas están concursadas, con lo cual no cuentan con los recursos económicos para hacer frente a las inversiones que se comprometen a realizar. El escrito, además, destaca el prontuario de estos grupos que son conocidos por las condiciones de precariedad y desconocimiento del convenio que rigen en las líneas que están a su cargo.

Pese a reconocer la precariedad de la propuesta patronal, la jueza ha terminado dándole un aval. Entre los antecedentes más inmediatos de la jueza, está su intervención en Cresta Roja donde, como es sabido, hasta el día de hoy solamente ha vuelto a trabajar menos de un tercio del personal.

La jueza, de todos modos, le ha pasado la pelota al Ministerio de Transporte y señala que la decisión final está ahora en manos del gobierno.

Un capítulo especial lo merece la UTA que, de entrada, firmó el acuerdo, a espaldas de los trabajadores, y ha conspirado todo este tiempo para hacer pasar el desguace. Ya tenemos una pista de lo que se viene, pues se conoció que el acuerdo indica que “será producto de futuras audiencias la situación de los trabajadores que no cumplan tareas de chofer”, por lo que queda claro que la situación de los compañeros de taller o de otro sector está colgando de un pincel en este esquema de desguace. Es, claramente, el adelanto de futuros despidos.

Los trabajadores resolvieron parar 24 horas, y movilizarse el día 7, así como un conjunto de medidas, que incluyen el no cobro de boletos a partir del miércoles y diferentes movilizaciones a los municipios que se verán afectados, si el desguace se concreta.