Una gran asamblea de trabajadores del Ferrocarril Sarmiento, con alrededor de 800 compañeros, resolvió la semana pasada reclamar un aumento del 40% en el marco de la apertura de la discusión de las paritarias de la Unión Ferroviaria.

Aún no se sabe cuál es el monto que va a pedir la directiva nacional de la UF, ni qué cambio de normativas. La última vez fue todo a la baja: modificó el convenio en un sentido antiobrero y el aumento insuficiente fue extendido de 12 a 16 meses.

La asamblea de la combativa línea Sarmiento votó realizar una marcha el miércoles 22, partiendo a las 13 horas, desde la Estación Once hacia Plaza de Mayo y luego al Ministerio de Transporte para llevar su reclamo. También se plantea el pago de los tickets que ya ha sido arrancado por un juicio en el Belgrano Norte. En una movilización impulsada por la Lista Gris, la semana pasada se entregó en el Ministerio un petitorio con 600 firmas del Roca reclamando su pago.

Está bien hacer una marcha del Sarmiento y reclamar a la directiva nacional de la UF que convoque a Asamblea General para discutir un plan de lucha por la paritaria. Pero a condición de tener claro que esta directiva burocrática Verde integra los directorios de la empresa y por lo tanto está sentada del lado patronal.

La única manera de lograr un real aumento de salario y dejar de seguir retrocediendo -como ha sucedido durante las dos últimas paritarias- es tomando el reclamo y la lucha en nuestras manos. De lo contrario, la directiva combativa de la Bordó se desgastaría y se desgastarán y desmoralizarán los combativos ferroviarios del Sarmiento.

La situación plantea, objetivamente, la lucha de los trabajadores del ferrocarril Sarmiento por su paritaria, con paritarios elegidos por la base en Asamblea General y un pliego de reclamos que lleve como punto central el 40% de aumento. Hoy en día, por culpa de la burocracia sindical Verde, los ferroviarios no tienen un convenio único, sino convenios por línea. El del Sarmiento lo quieren y lo deben discutir los ferroviarios del Sarmiento.

 

Los tercerizados son ferroviarios

El trabajo tercerizado no ha desaparecido en el FC Sarmiento, ni en los demás ferrocarriles. Hoy, los trabajadores de CI5, a cargo de tareas de seguridad y vigilancia, entre otras, totalizan alrededor de 400 compañeros. Se trata -como en todos los casos de tercerización- de negociados donde patronales muerden tajadas junto con funcionarios e incluso con burócratas sindicales, pagándoles a los trabajadores salarios menores a los que les corresponde por convenio.

Los tercerizados de CI5 se han organizado, en un proceso que comenzó hace ya muchos años. Cuentan con un cuerpo de delegados elegidos por los compañeros de base y han logrado algunos avances salariales, entre otras conquistas. Pero, con el nuevo gobierno, la empresa privada y la dirección de Ferrocarriles se han puesto más duras y vienen librando una guerra contra los compañeros: reducciones salariales, descuentos arbitrarios, suspensiones y castigos.

Están persiguiendo especialmente a activistas y delegados, quienes vienen de desarrollar una retención de tareas. Por causas arbitrarias, la patronal ha despedido ya a una docena de compañeros.

A la movilización del miércoles 22 y al Plan de Lucha votado por la asamblea, hay que sumar el reclamo del cese de las sanciones, la reincorporación de los despedidos, el pago de los días caídos y la igualdad salarial y el pase a planta permanente de los tercerizados. Hacer efectiva la consigna: ¡Si tocan a uno, tocan a todos!

La Seccional debería plantear la afiliación de todos los tercerizados a la UF, como paso fundamental de reafirmación de que son trabajadores ferroviarios.

Unidad de los trabajadores y al que no le gusta… ¡se jode!