Franco salió a trabajar por última vez como repartidor, bajo condiciones de absoluta precariedad laboral, el jueves 23 de abril del 2020, pero fue embestido por un conductor que se dio a la fuga. Al no ser reconocido por PedidosYa como trabajador, la familia no recibió ninguna suma indemnizatoria por su crimen laboral.

Este viernes 23 de abril a las 17 hs en Av. San Martín, esquina 25 de Mayo (localidad de Bernal), se realizará una movilización en reclamo de justicia.

Desde el momento del crimen, familiares de Franco, amigos y compañeros de trabajo decidieron no quedarse callados frente la injusta muerte de un trabajador de tan solo 19 años. Solo gracias a la organización de los allegados lograron abrir una causa y conseguir las cámaras de seguridad con las cuales se logró identificar al presunto asesino, el cual posee captura internacional y se encuentra actualmente prófugo.

Las aplicaciones de reparto como PedidosYa y Rappi pagan menos de $100 por envío. Esto empuja a miles de repartidores a llevar extenuantes y largas jornadas de trabajo que derivan en cansancio físico y mental, incrementando así el riesgo de sufrir accidentes y llevándose decenas de vidas de jóvenes repartidores. La muerte de Franco pudo haber sido evitada si no se hubiese encontrado en las pésimas condiciones de trabajo en las cuales se desenvolvía.

Desde el comienzo de la cuarentena, la Agrupación de Trabajadores de Reparto (ATR) se movilizó en más de una oportunidad al Ministerio de Trabajo, entregando distintos pliegos de reivindicaciones donde se encontraba el necesario reclamo por un aporte extraordinario a la ex pareja y madre de la hija de Franco.

 

La lucha contra los asesinatos laborales trascienden todo tipo de gremio; este mismo viernes se cumplen 6 meses del asesinato laboral de Matías Dimuro, trabajador telefónico tercerizado de Claro. La responsable es una empresa que no le proveyó los materiales e insumos de seguridad correspondientes para realizar la tarea de cableado de fibra óptica.

 

Debemos seguir el ejemplo de los trabajadores de Pirelli, que frente a la muerte de Marcelo Ulariaga (enviado a poner en funcionamiento una máquina con varias falencias), el pasado viernes a la madrugada, realizaron un paro general seguido de asambleas que resolvieron un pliego de reclamos hacia la patronal que se llevaba la vida de un trabajador del neumático.

Redoblemos la organización contra la precarización laboral, basta de asesinatos laborales, reconocimiento laboral ya para los repartidores.