El próximo lunes 4 de noviembre la ministra de Educación de CABA, Mercedes Miguel, presentará en la Legislatura el presupuesto educativo de ajuste para 2025. En el mismo acto hará anuncios que constituyen un ataque al conjunto de la educación pública de la mano de una cantidad de reformas antieducativas en todos los niveles y modalidades que incluyen despidos, cierre de cursos, cambios en los diseños curriculares y un largo etcétera, entre los que el deterioro salarial también corre la misma suerte.

En este cuadro, desde Tribuna Docente llamamos a la docencia de la modalidad a parar masivamente y movilizar a la Legislatura junto a Ademys para decirle bien fuerte a la ministra y a la directora de Educación Especial, Ilda Domínguez que vamos a seguir y redoblar “la queja sostenida” porque sabemos que van por todo y no los vamos a dejar pasar.

La modalidad de Educación Especial está sufriendo un ajuste dramático que se expresa fuertemente con el cierre de las puertas de especial y el fin de los cambios de modalidad hacia educación especial, incluso cuando las mismas familias exigen vacantes, recurso de amparo mediante.

Este proceder, que se jacta de llevar adelante la inclusión plena (de violencias), busca hacinar a las infancias con discapacidades u otras condiciones en escuelas hiperpobladas que no tienen ni un recurso ni un dispositivo de acompañamiento de las trayectorias, como ya tan valientemente lo denunciaron todxs los directivos de primaria del distrito 8 y la docencia de esas escuelas, hace algunas semanas.

Este ataque ya acabó prácticamente con el nivel inicial de la modalidad en muchas escuelas especiales y para 2025 se suma el cierre de nivel inicial en la escuela especial 9 de 6, mientras el ministerio busca reemplazar estos espacios no solo con la inclusión plena sino, como anunciaron en distintos medios de comunicación, con la creación de CPIs que trabajarían con niños “neurodivergentes” a través de un “trabajo coordinado entre Educación y Desarrollo Humano”, con contratos basura por fuera del EDM.

Con todo esto hay que agregar que el vaciamiento de la modalidad va tomando forma con el vaciamiento concreto de las aulas de estas escuelas y/o con el intento de fusiones, como se demuestra ahora con el caso de la Escuela Indira que apuntan a fusionar en el espacio de la EII3, aunque ambas comunidades educativas lo están rechazando. Pero ya tuvo otros precedentes, no solo en esta escuela (con el intento de fusión de la Especial 14 en la EII3), sino también el año pasado con el intento de fusión de la EII 21 con el Proyecto Senderos y que,  con lucha y organización, lograron frenarse.

Sin embargo también el vaciamiento se hace tangible con el desguace de los equipos interdisciplinarios de las escuelas especiales que, con el verso del “modelo médico superado” son retirados de sus funciones docentes y pasan a ser parte de una POF. Esta cumple funciones en proyectos errantes y no les otorga ninguna perspectiva de continuidad ni resolución alguna que promueva su aparición concreta en el terreno educativo (ya que esto demandaría la creación de más cargos) o son asignados a cumplir funciones cada vez más  administrativas, totalmente alejados de la realidad de los estudiantes y sus familias. Como si el trabajo áulico conjunto entre equipo y docentes y el intercambio colectivo entre las distintas disciplinas humanas no fortaleciera las posibilidades de aprendizaje- desarrollo e inclusión educativa y social.

Y es aquí donde radica el nudo de los problemas que el Ministerio de Educación pretende sacarse de encima. Las escuelas especiales que aún se caracterizan por alojar infancias en grupos reducidos, contando con equipos interdisciplinarios y en algunos casos aún con trabajo en pareja pedagógica, implican mucho gasto para los gobiernos del déficit cero y la especulación financiera. Pero la docencia ya sabe que esas deberían ser las condiciones para enseñar y aprender en todas las instituciones escolares que hoy deben abordar la tarea pedagógica con infancias y juventudes totalmente abatidas y cruzadas por el vaciamiento de la salud en general y la salud mental en particular, más la crisis social y económica de la que el Estado y sus gobiernos son responsables.

En este cuadro hay que agregar el trágico rol que se presta a jugar el ahora denominado sindicato Mute que no solo se llama a silencio frente a tanto desguace, sino que además se lava la cara sacando fotos sobre la Educación Especial y los derechos, sin exigir ni un recurso, sin defender una escuela y sin poner en pie un plan de lucha contundente del gremio para enfrentar la motosierra de Milei y Macri.

Este 4, vayamos con todo a la Legislatura. Llevá la planilla con las firmas de tus compañerxs. Sumate a la radio abierta para denunciar la situación de tu escuela. Armemos una gran bandera contra el vaciamiento a la Educación Especial, contra la fusión de la Indira Gandhi. Redoblemos la “queja sostenida”. No al vaciamiento de educación especial. No al traslado del Indira. La Inclusión es con recursos, no con hacinamiento.

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