Sindicales

28/10/2021

Enfrentemos la reforma laboral docente de Kicillof y Baradel

La docencia es un caso emblemático del avance contra los trabajadores.

En la provincia de Buenos Aires, la patronal encabezada por el gobernador Kicillof, con la completa colaboración y aceptación de la dirección del sindicato Suteba, de Roberto Baradel, está destruyendo las condiciones laborales establecidas por el estatuto docente.

Los cargos nuevos, luego de un año y medio sin nombramiento, son en su inmensa mayoría precarios, con la excusa de ser programas para el fortalecimiento educativo después de la pandemia.

Usaron la pandemia para aplicar un ajuste histórico dejando a miles de docentes desocupados durante lo más crítico del Covid-19, y la usan ahora para avanzar con cargos que son contratos a término desde el 1 de septiembre 2021 hasta el 31 de marzo de 2022 y a contraturno.

No sólo se empeoran las condiciones laborales, flexibilizadas por completo. Mediante estas designaciones los docentes reciben un ingreso menor, un salario de maestro de grado sin ninguna de las bonificaciones establecidas por estatuto para cada establecimiento.

Además, los docentes deben armarse una jornada de 5 días semanales con trabajo el día sábado en forma obligatoria (lo que quita el descanso semanal de sábado y domingo de la docencia), y si el día sábado supera las seis horas, recibe la compensación de reducir uno de los días de la semana. Esta alteración de un derecho histórico de la docencia emparenta lo actuado por el gobernador Kicillof y por el Suteba Celeste con la reforma laboral aplicada por el Smata en conjunto con el gobierno nacional del Frente de Todos, en la fábrica Toyota, en la cual eliminaron las horas extras optativas del día sábado y el descanso de fin de semana, del que gozaban los trabajadores mecánicos de esa automotriz, con el objeto expreso de aumentar la productividad a costa del esfuerzo de los trabajadores.

Acaba también con el derecho de las licencias del estatuto: a la décima ausencia corrida o alternada será cesanteado, salvo accidente de trabajo o maternidad (no hay cabida para enfermarse). También, en caso de ser necesario, las designaciones pueden hacerse a dedo, a gusto del director de la escuela, y no por acto público, lo que vulnera el ingreso a la docencia y es una manipulación entre la patronal y de la dirección Celeste, en beneficio de amigos de la patronal o de la burocracia.

Los responsables de coordinar los programas cobran un suplemento de 25 mil pesos, en negro total, ni remunerativos ni bonificables.

El verso de que el Frente de Todos está contra la reforma laboral

El mentado respeto a los derechos adquiridos que plantea el peronismo es el taparrabos para asegurarle al FMI y a las patronales la reforma laboral destruyendo convenio por convenio, “preservando” las condiciones laborales para “los viejos trabajadores” que, como demuestra el caso Toyota, igual les son conculcadas. Lo mismo ocurre con el Estatuto Docente. Por ejemplo, los docentes con horas o cargos titulares que necesitan tomar más cargos para completar la “olla” por los salarios de pobreza, completan sus jornadas con estos cargos flexibles, con lo cual también pierden derechos de licencias, de descanso semanal, de vacaciones. Esto están sufriendo incluso directores de escuela que han tomado cargos flexibles como el programa +ATR.

A término, será el cuadro laboral del conjunto de la docencia, sin estabilidad laboral y con salarios de hambre. Un viejo anhelo de todos los capitalistas y de todos los gobiernos de la Argentina, terminar con la gran conquista del Estatuto del Docente, arrancada por una huelga de 45 días de la docencia en el año 1958.

El estatuto “no es una vaca sagrada”

La frase es un clásico de la burocracia sindical celeste desde sus orígenes, que justamente se emparenta con las corrientes sindicales de la época de la conquista del estatuto que eran contrarias a esta norma, por considerarla una meta de sector “profesionalista”. Ese concepto está encabezando la introducción a las resoluciones del Capítulo I del Estatuto Docente de la provincia de Buenos Aires.

El Estatuto planteó, entre otras cosas, estabilidad en el cargo, concentración de tareas, acceso al cargo titular por concurso y publicidad de nóminas de aspirantes, orden de mérito, salario y jubilación actualizados anualmente y -algo poco conocido- año sabático de perfeccionamiento cada diez años.

Hay que recordar que la lucha por el estatuto tuvo un claro carácter independiente de las patronales y del Estado, y que su conquista fue producto de grandes huelgas, incluyendo una por tiempo indeterminado que duró 45 días en la provincia de Buenos Aires. Parte de un proceso de lucha que comienza en 1956.

La burocracia sindical de Suteba-Ctera, completamente integrada al actual gobierno de ajuste y de flexibilización laboral, no sólo no puede defender el Estatuto sino que en un protagonista central para su eliminación.

Enfrentemos y derrotemos la reforma laboral de Kicillof-Baradel

La recorrida en las escuelas que está desenvolviendo Tribuna Docente recoge en forma mayoritaria el rechazo de la entrega salarial y laboral que está dejando pasar el Suteba. Contra la reforma laboral en la docencia y en el conjunto del movimiento obrero, llamamos a votar al Frente de Izquierda, para fortalecer la lucha que debemos dar para derrotarla en las escuelas.

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