Distintos sectores de las y los trabajadores de la salud pública de Neuquén se encuentran realizando diferentes iniciativas en reclamo por varios ítems del Convenio Colectivo de salud, tanto para que se cumplan o se generalicen diferentes ítems a la gran mayoría de las y los trabajadores de la salud. En esa línea, hay reclamos por las seis horas de salud, arraigo y pases de nivel.

En algunos hospitales y centros de salud de la capital neuquina había recobrado, durante mayo y junio, la necesidad de las 6 horas de trabajo atento a que muchas/os trabajadores/as debían conseguirse otros trabajos porque el salario no alcanza. Se trata de una regla general en salud, que para tener un salario que alcance hay que hacer recargos con una gran cantidad de horas, trabajar en nosocomios privados o apelar a la docencia.

En este escenario, los equipos de salud mental y servicios sociales de distintos sectores efectuaron una demanda por las seis horas de trabajo. Es que apoyado en los preceptos de la Ley Nacional de Salud Mental, el Convenio Colectivo de salud establece las seis horas en el Hospital Castro, lo que genera una inequidad para el resto de los sectores de salud mental de la provincia que realizan la misma tarea y no tienen ese régimen laboral.

En relación al arraigo, la misma constituye una demanda motorizada por el sindicato Siprosapune que busca que otras disciplinas cobren este ítem, que actualmente solo cobran los médicos y odontólogos. En esa demanda se sumaron otras situaciones de no profesionales: por el no pago de horas extras, recargos y turnos nocturnos no pagados, etc.

En el último periodo tanto desde UPCN como desde ATE se comenzó a tomar el cumplimiento del pase de nivel del CCT, que es otro de los ítems que sencillamente nunca se cumplió. Esto último fue porque cuando se sancionó el convenio de salud se estableció con la cláusula de que solo habría paso de nivel cuando se liberaran vacantes del nivel posterior, cosa que se dio de manera absolutamente marginal o prácticamente nula.

Esta realidad pone de manifiesto que, tomando en cuenta la diversidad aparente de demandas sobre distintos ítems del CCT, el salario no alcanza para cubrir el costo de la canasta familiar. Como ya lo denunciamos, el acuerdo salarial de marzo pasado dejó de lado el IPC de enero que fue un 24,5%, constituyendo una rebaja salarial. En el mismo sentido, el porcentual del IPC no contempla el rubro de “alquiler”, lo que representa otra concesión al ajuste y desde luego un aspecto que tira para atrás el precio del salario. Ese acuerdo fue sostenido no solo por ATE, sino también UPCN, Siprosapune y el casi inexistente SEN.

Dado que los reclamos se están generalizando y ya los sindicatos no pueden ocultar el sol con las manos, es imperioso impulsar la deliberación en torno a una respuesta general del gremio con un paro de las y los trabajadores.

Desde luego que es pertinente el reclamo sobre los ítems no cumplidos del CCT, siendo el pase de nivel y las recategorizaciones los principales, así como los ítems no abonados a los compañeros del interior. Pero los otros puntos son igual de importantes, como el reclamo de las 6 hs o el arraigo, los cuales deben imponerse a través de la organización y la lucha.

Dado que ninguna gestión los garantizó plenamente no hay ninguna perspectiva de que los cumpla sin paro. El paro no puede esperar a noviembre, debe convocarse cuanto antes, dado que está en juego el salario familiar, que es el que permite la reproducción cotidiana de nuestras familias.
Vayamos a las asambleas para plantear el paro por todos estos puntos y una readecuación salarial.

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