Furlán, un lobbista de Techint, por la obra del gasoducto

Abel Furlán, de la UOM

El anuncio de la obra del gasoducto Néstor Kirchner, y la licitación para su realización, desató una pulseada entre grupos capitalistas, teniendo a Techint como el gran beneficiado. Esta pulseada tiene reflejo en la interna del gobierno, y los distintos bloques toman partido.

Así es que el secretario general de la UOM, Abel Furlán, un cristinista probado, se colocó en el campo de Techint, con declaraciones en una entrevista radial (AM 750).

Furlán aseguró que Techint es la empresa del país con mayor magnitud, capacidad e infraestructura para realizar esta obra, por lo tanto se pronunció a favor de la decisión de que sea el beneficiario de la obra.

La licitación fue un punto clave en la disputa política, porque fue el renunciado ministro de Producción Kulfas quien señaló que la licitación realizada por funcionarios cristinistas de Enarsa (Energía Argentina SA) fue a medida de Techint, para favorecerlo en el otorgamiento de este gran negocio, como lo califica Furlán.

Ante la pregunta de esta licitación a medida, Furlán la justifica de manera esquiva, respondiendo que seguramente hay en el mundo otras empresas con la capacidad de realizar estas obras, pero Techint tiene “raíces” en el país hace mucho tiempo y el hecho que haya podido “convenir” con el Estado nacional la realización de esta obra de tanta magnitud está generando puestos de trabajo. Un blanqueo del favoritismo que tuvo Paolo Rocca, director del grupo.

El secretario general de los metalúrgicos solo se “lamenta” que no se le haya puesto condiciones a Techint, coincidiendo con CFK, según dijo, para que el grupo empresario produzca en el país las chapas que son la materia prima de los tubos para el gasoducto, en lugar de traerlas desde la subsidiaria que Techint tiene en Brasil. De ese modo, dice Furlán, que se cuidarían las divisas que tanto necesita el gobierno y las industrias que necesitan importar insumos, dejando de modo implícito que lo que le preocupa a Furlán también son los dólares necesarios para pagar la deuda al FMI.

Finalmente, luego de este gran lobby a favor del grupo empresario más poderoso de la rama metalúrgica y siderúrgica del país, que precariza, despide y paga salarios de hambre a los trabajadores metalúrgicos, Furlán señaló que los sueldos vienen detrás de la inflación, algo inocultable y que en su gremio se expresa en una paritaria del 45% que firmó Caló, y que la “renovación” de la UOM sostiene. No hubo anuncio de plan de lucha alguno, ni instancias de deliberación de los trabajadores para resolver medidas que coloquen el salario metalúrgico al nivel de la canasta familiar, que ronda los 150 mil pesos y ni siquiera está por encima de la línea de pobreza, que hoy está en 100 mil pesos.

Este es Furlán, un burócrata que antes que kirchnerista es de Techint. Visto desde otro ángulo, retrata al kirchnerismo sindical: la vieja burocracia que se alinea en un lugar u otro. Un incidente esclarecedor para las conclusiones políticas de los activistas autoconvocados de la UOM Siderca. Está planteado un paro nacional por el salario y por el trabajo; las centrales obreras y los sindicatos tienen que romper con el gobierno.