Sindicales

3/9/2022

¿Habrá paro de la CGT?

El debate entre las distintas fracciones continúa este lunes 5 en el Consejo Directivo.

Foto de archivo

Hasta ahora la alianza de “Gordos”, “independientes” y barrionuevistas que domina la central viene bloqueando el reclamo del moyanismo, la Corriente Federal y la CTA de Hugo Yasky de “una acción contundente del movimiento obrero ante el atentado que sufrió la vicepresidenta”.

La moderación responde a la conciencia de la burocracia sindical de su rol de contención y de freno frente a la posibilidad de desbordes como consecuencia de la explosividad social en toda la clase obrera y entre los más explotados en particular; “un paro puede contribuir a empeorar el clima político” y una movilización, aún hiperencuadrada, puede ser difícil de controlar (en alguna medida pasó en la marcha de 17 de agosto con la participación de sectores por fuera de los aparatos centrales). Una acción unitaria de la clase obrera es justamente lo que la burocracia ha logrado evitar en estos tres años de ajuste, que ahora Massa vino a profundizar.

Por detrás de esta divergencia “estratégica” existen otras no menos importantes que se expresaron en la reunión que se realizó en la sede de Azopardo el viernes.

El bloque Frente Sindical-K impulsa un paro y una movilización a la Corte, a la que considera un enemigo principal y verdadera usina de los “discursos de odio”; tanto CFK como los Moyano y varios jefes sindicales están acosados por causas por corrupción. La llamada “mesa judicial”, formada por el macrismo, sigue muy activa y prepara nuevas denuncias; “si no hacemos algo contundente -afirman- la derecha, la justicia y los medios nos llevan puestos”.

El rechazo a una declaración de guerra contra la Corte fue asumido por Julio Piumato, secretario general de la UEJN (judiciales nacionales) y un conspicuo vocero del Palacio de Tribunales; caracterizó la moción de “infantil”.

Fueron Yasky y el bancario Sergio Palazzo los que adelantaron en la conferencia de prensa en el Congreso (ambos son diputados K) que llevarían la propuesta de paro al Consejo Directivo de la CGT, pero “la pelea de fondo” es con Pablo Moyano, el tercer cosecretario de la central, a quien los “Gordos” acusan de cortarse solo permanentemente y pretender “marcarles la cancha” como ocurrió en la marcha del 17 de agosto, cuando los Camioneros hicieron su propio acto.

Esta vez le recriminaron también haber invitado a la reunión a la CTA que viene, sin éxito, golpeado la puerta para volver a la CGT. “Yasky no tiene nada que hacer acá” reafirmaron. Un reingreso de la Ctera (una de las federaciones más grandes) cambiaría el mapa de la central.

Los “Gordos” e “independientes” siguen viendo con enorme recelo al kirchnerismo y temen una tentativa de avanzar, fundamentalmente, sobre los resortes más sensibles del poder sindical. Algunas movidas recientes como el nombramiento de Mara Malec (exministra de Trabajo de Axel Kicillof) en el área de la Afip que controla la recaudación de las obras sociales prendió todas las alarmas.

Las obras sociales atraviesan un momento crítico y la expectativa de que el ascenso de Massa (con quien dos de las tres cabezas de la CGT -Daer y Carlos Acuña- mantienen lazos políticos estrechos) podía implicar mayor asistencia del Estado se está disipando rápidamente. El largo brazo del ajuste del FMI llega hasta las cajas sindicales y algunos temen, además de nuevos recortes en las partidas presupuestarias, alguna reforma al sistema de salud.

La presencia de todas las alas de la burocracia, de la CGT y las CTA, en la movilización y el acto del viernes en apoyo a CFK no oculta los enfrentamientos internos. La fórmula de compromiso que se adoptó fue continuar el debate del Consejo Directivo el lunes, en el marco del “estado de alerta y sesión permanente”. Allí “se analizará de manera profunda la evolución de los acontecimientos y se determinarán definitivamente los pasos a seguir”. Distintas fuentes admitieron que posiblemente se apruebe una acción común, incluso un paro. Pero lo más probable es que se termine acordando una convocatoria a la que cada fracción adhiera con su modalidad.  Y, en cualquiera variante, seguramente, será parte del operativo para reforzar el campo del gobierno.

Los trabajadores debemos intervenir en el proceso abierto, con nuestro programa y reivindicaciones; en apoyo a todas las luchas actuales y, en particular por el triunfo de la extraordinaria del Sutna; para que las centrales obreras rompan su sometimiento al peronismo y lancen un paro activo con continuidad para quebrar el ajuste.