La patronal de la Línea 60 ha desacatado la resolución del Ministerio de Trabajo que aplicó el procedimiento de Conciliación Obligatoria en el conflicto provocado por el despido de 7 choferes, entre ellos, Carlos Zaragoza, votado por más de 500 trabajadores en las recientes elecciones de delegados y otros reconocidos activistas.

Por resolución del cuerpo de delegados y varias asambleas en las dos terminales – de Barracas y Mashwitz – ayer, lunes 8, se cumplió un paro total de la línea con una movilización y corte de la Autopista Panamericana, reclamando la reincorporación de los despedidos y el reconocimiento de la totalidad del cuerpo de delegados electo. La intervención ministerial dispone retrotraer la situación a las condiciones previas al conflicto y como parte de ello, tres de los despidos – entre ellos Zargoza – debieron ingresar a trabajar desde las 00 horas de hoy. Su ingreso fue impedido por decisión de los directivos de la empresa, que se coloca en rebeldía en términos legales y sienta un repudiable antecedente: la injerencia patronal en el proceso de libre organización sindical de los trabajadores, al arrogarse el “derecho a veto” contra representantes electos por la masa de los trabajadores.

Esto no es nuevo en esta empresa del mega grupo Dota, donde las sanciones arbitrarias, despidos e incumplimientos del convenio son moneda corriente, pero cobra especial relevancia en esta etapa donde los trabajadores deben prepararse para enfrentar el embate del brutal ajuste promovido por el gobierno y el FMI. Ante esta situación los trabajadores de la 60, en línea con su tradición histórica, tienen planteado retomar la medida de lucha resuelta hasta la reincorporación efectiva de los compañeros.

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