Sindicales

21/7/2021

Hospital Garrahan: nuevo paro y movilización al Ministerio de Salud

Marchan desde las puertas del hospital. ¿Cómo seguimos después?

Delegado en la Junta Interna de ATE Hospital Garrahan

Foto Federico Imas

Este miércoles 21 de julio, al igual que hace varias semanas, los trabajadores del Garrahan llevan adelante un nuevo paro a partir de las 7 de la mañana. En ese marco, se desarrolla una movilización al Ministerio de Salud nacional, que arrancó a las 9 en las puertas de Combate de los Pozos. La medida fue decidida en la asamblea general que convocó la Junta Interna de ATE en el paro del pasado jueves. Ese día también se marchó, pero al Ministerio de Trabajo. Como parte del plan de lucha, también se votaron una nueva reunión solidaria -que se realizó el lunes 19- y la presencia con delegaciones en la jornada del Plenario del Sindicalismo Combativo.

Así, ingresamos en la quinta semana del duro conflicto que tiene lugar en el principal hospital pediátrico del país. Las demandas centrales integran lo salarial (50% en una cuota, indexación y mínimo equivalente a la canasta familiar de $103.000) y las condiciones de trabajo (insalubridad y pase a planta). A la vez, cada sector que participa tiene su propia agenda de demandas particulares insatisfechas, desde el 20% en áreas Covid o Emergencias, hasta el área cerrada para Quirófano o las 12 horas sin reducción salarial para el turno franquero, entre otras múltiples cuestiones.

La patronal del Hospital adoptó una línea dura, pues no convocó ninguna reunión paritaria ni deslizó ofrecimiento alguno con relación al pliego. Hasta el momento, solo anunció descuentos y sanciones. En este punto, es fundamental resaltar el significado político de esta conducta. El Consejo de Administración del Garrahan responde en un 80% al gobierno nacional, mientras el 20% restante corresponde a Ciudad. Ambos polos de la “grieta” coinciden en buscar la derrota de lxs trabajadorxs del Garrahan y el triunfo del ajuste. Su pretensión, sin embargo, es arriesgada: hasta el momento, no han quebrado la huelga. Y, si logramos extenderla a más trabajadorxs del Hospital, seremos capaces de imponer condiciones.

Debates sobre cómo seguir

Toda lucha implica necesariamente un recuento de fuerzas cotidiano: lxs trabajadorxs nos reagrupamos para enfrentar el despotismo de la patronal y su Estado. En función de eso deben evaluarse cada una de las medidas. En la pelea actual, partimos de conquistas muy importantes. En primer lugar, se ha instalado con mucha fuerza que “la” medida es el paro. Todo el activismo que está peleando, incluidas las nuevas camadas, tiene conciencia respecto de su carácter fundamental. Finalmente, la lucha de lxs trabajadorxs puede adquirir formas muy diversas, y hay que valerse de todas ellas, pero a la vez hay medidas que históricamente mostraron su contundencia e irremplazabilidad, como los piquetes del movimiento de desocupados; la ocupación de las fábricas que cierran o despiden; la huelga en los lugares de trabajo.

Esta conciencia convive con una debilidad: somos un paro fuerte, pero no lo suficiente. Pasamos la prueba de mantenernos luego de los anuncios de sanciones y descuentos, pero es imprescindible avanzar un paso más. En ese punto, es clave reforzar la asamblea general. Sería importante atravesar la experiencia de una asamblea convocada sin que coincida con una jornada de paro. El propósito sería votar con más fuerza el próximo -que no puede pasar de la semana que viene o la otra-. Por ello, la mayoría de la Junta Interna resolvió proponer en la asamblea del 21 (tras la marcha) una acción para el 28/7 (sin paro) y una gran asamblea para el 3 de agosto que pueda votar un nuevo paro esa misma semana. Apostando por esta construcción de una huelga ascendente es que no compartimos la visión de que es necesaria una medida “mediática”, en los términos que la plantea el PTS. Ir al Puente Pueyrredón con el propósito central de “impactar” independientemente de la relación de fuerzas en el hospital es un esquema inconveniente -respecto del cual existen antecedentes negativos-. Indudablemente, el conflicto debe “salir” a las calles, como hacemos con las movilizaciones a Trabajo, a Salud y con la campaña pública por el fondo de huelga. Pero son acciones complementarias al desarrollo de una huelga que gane profundidad, pues es nuestra verdadera “Vaca Muerta” para triunfar.

Tenemos el gran desafío de movilizar con fuerzas a las puertas de la dependencia que encabeza Vizzotti, la ministra detrás de un gran fracaso sanitario cuyas víctimas también son lxs trabajadorxs mal pagos y exhaustos. Seguimos, además, llamando a la solidaridad con el fondo de huelga, para evitar que nos quiebren con los descuentos. La lucha del Garrahan pone en el banquillo de los acusados al régimen político y debe ser bandera del conjunto de la clase obrera.