Con las listas oficializadas (y a la espera de la resolución de la junta electoral sobre el periodo de tachas) las elecciones para Junta Interna y cuerpo de delegados de ATE-Inti será una disputa entre la Lista Unidad -Naranja, Granate, Roja, Lila, Violeta, Blanca- y la Verde.

La Verde y Blanca, que aporta varios candidatos a la lista de la Verde, no pone su sello.

La “unidad” de la burocracia de ATE Nacional (Godoy) con la de ATE Capital (Catalano) no es para enfrentar el ajuste, la precarización laboral, ni ninguno de los reclamos de las y los trabajadores; se unen para intentar recuperar la Junta Interna que perdieron hace cuatro años.

El padrón provisorio arroja irregularidades de lo más diversas: incluye afiliados sin aportes comprobables, trabajadores que ya no están en el Inti, incorporación de afiliados fuera del plazo del cierre del padrón electoral, entre otras.

La campaña de la Lista Unidad está instalando fuertemente la elección y el interés de las y los trabajadores, con reuniones abiertas en cada sector, donde participa la totalidad de los trabajadores.

Los debates dan cuenta de un enorme descontento con la política del gobierno y las autoridades del instituto; hay atraso salarial, precarización, pérdida de técnicos y profesionales y falta total de objetivos en líneas de trabajo.

El debate central es la defensa de una Junta Interna de lucha para enfrentar el próximo período que será, sin dudas, de mayor ajuste.

Nuestra lista se va convirtiendo rápidamente en la novedad de este proceso electoral porque nuclea todo el activismo de lucha. No es para menos. Hay una diferencia sustancial con la burocracia. La integración al gobierno y a las autoridades del Inti por parte de la Verde es total, llegando al extremo de justificar la política económica que está liquidando los salarios de las y los trabajadores.

Por nuestra parte, venimos desarrollando acciones de lucha por el “pase a planta permanente ya”, por el aumento real de salarios, por el pase automático de categorías que se adeudan hace más de cinco años, contra el vaciamiento institucional, entre otros reclamos.

La crisis política del gobierno también hace su trabajo; la Verde, que históricamente se ha jactado de estar en la mesa de las decisiones, se pegó como nadie al renunciado Matías Kulfas (el Inti depende del Ministerio de Desarrollo Productivo) y desde allí se puso a paralelizar a la junta interna. Con el ministro fuera, ya hay rumores de un desplazamiento de las autoridades del Inti.

Más allá de las especulaciones, lo que está cuestionado es el pase a planta permanente de 1.900 trabajadores, prometido en octubre del año pasado por el ex ministro.

Quedan veinte días de campaña, donde seguiremos con recorridas y con la pelea voto a voto de cada afiliado y afiliada para derrotar nuevamente a la burocracia y reforzar la lucha de las y los trabajadores por todos los reclamos.